El gobierno granadino acusa al PP de aumentar la deuda en 5.000 millones
El anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Granada, del Partido Popular, dejó una deuda de 5.000 millones de pesetas más de la que había declarado, según ha revelado el nuevo gobierno tripartito, formado por el PSOE, IU y Partido Andalucista. La cifra actual, que se hará pública oficialmente el próximo mes de septiembre, asciende, según la Corporación, a 21.425 millones de pesetas en deuda a corto y largo plazo, 14 veces más de lo que anunciaron los responsables del PP.
El diario Ideal informaba ayer de que los nuevos responsables de la Corporación municipal se han encontrado con un nivel de endeudamiento mucho mayor que el certificado el pasado mes de mayo por quien había sido el concejal de Economía y Hacienda del PP, Pedro Revilla. El edil había manifestado que la deuda municipal con entidades de crédito sólo se había incrementado en 356 millones con respecto a 1995, en que los populares entraron a gobernar. La cantidad que maneja el gobierno tripartito y que hará pública de manera oficial el próximo mes es que, en 1995, cuando el PSOE cedió la alcaldía al PP, la deuda a largo plazo era de 14.500 millones de pesetas, más otros 2.500 millones de deuda a corto plazo. Ahora esa deuda se ha incrementado en 3.375 millones más a largo plazo más 1.550 millones a corto plazo, lo que la hace rozar los casi 5.000 millones más. Cuentas Además de esa cantidad, ahora se estudian las cuentas sobre débitos a proveedores, apartado del que el PP siempre alardeó que había sido totalmente saneado por su equipo de gobierno. Según un portavoz del tripartito, se ha comprobado que "no todo estaba pagado". Las cifras entre ambas corporaciones difieren notablemente. Pedro Revilla señaló en su día que el crecimiento de la deuda municipal con respecto a las entidades de crédito era únicamente de 356 millones de pesetas más que en 1995. Eso supone 14 veces menos de lo que afirma el equipo tripartito. Revilla afirmó asimismo que los 4.000 millones de pesetas que generó la venta de la empresa municipal de aguas, Emasagra, a una sociedad privada, fueron destinados a enjugar el débito a los proveedores, algo que los nuevos responsables del Ayuntamiento desmienten. Pese a todo ello, PSOE, Izquierda Unida y Partido Andalucista han descartado solicitar en principio una auditoria externa para ver el estado real de las cuentas de la corporación, ya que supondría un gasto más a las arcas del municipio. Son los servicios técnicos los encargados de analizar y dar cuenta detallada del alcance de la deuda, con la que en un principio no se contaba, ya que el equipo popular de gobierno siempre insistió en haber saneado la situación económica. El mismo día en que la nueva corporación se hacía cargo de la alcaldía, los concejales socialistas dejaron entrever sus dudas sobre el supuesto saneamiento popular. "No queda dinero ni para coca-colas", dijo entonces el nuevo responsable del área de Economía, José Antonio Aparicio.
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