La bombona de butano sube un 16,1% y alcanza la cifra récord de 1.313 pesetas

La espectacular subida del crudo en los mercados internacionales ha provocado que la bombona de butano, combustible que utilizan más de 12 millones de hogares en España, marque un nuevo récord. A partir de hoy, el precio de la bombona, que fija Industria, sube 182 pesetas (un 16,1%) y se sitúa en 1.313 pesetas, precio histórico que deja muy atrás la marca de enero de 1998: 1.203 pesetas. Desde que el Gobierno aprobó en abril un paquete de medidas para contener los precios -que afectaban también al butano-, la bombona ha subido 345 pesetas, un 35,6%.

El importante incremento en el precio de los gases licuados, que acompaña al registrado en las gasolinas en las últimas semanas, se debe, según el Ministerio de Industria, a la espectacular subida del crudo en los mercados internacionales y al aumento en el coste del transporte. De hecho, el butano no ha dejado de subir desde mediados del mes de junio. La última gran subida tuvo lugar el 20 de julio. Fueron 88 pesetas de aumento, que situó el precio de la bombona en 1.131 pesetas.Según el departamento que dirige Josep Piqué, entre julio y agosto, el precio de la tonelada de crudo ha pasado de 170,1 dólares a 243,1 dólares, lo que representa una subida del 42,9%. De igual forma, el precio de los fletes internacionales ha pasado de 29 dólares por tonelada a 33,5 dólares, con un incremento del 15,5%.

Dada la escalada de precios de la materia prima, el hecho de que el precio de comercialización de los gases licuados -la parte del coste final sobre la que la Administración puede actuar- se mantenga congelado desde abril en unas 44 pesetas por kilo ha servido de poco para determinar el precio máximo final. Éste se ha colocado así en la cifra récord de 1.313 pesetas para la botella de 12,5 kilos, muy lejos del anterior máximo de enero de 1998 (1.203 pesetas) y a años luz del mínimo de 968 pesetas registrado el pasado mes de abril.

Pese a la importante subida, el ministro de Industria, Josep Piqué, destacó ayer que si no se hubieran tomado medidas de contención en abril pasado, el precio de la bombona podría rondar hoy las 1.500 pesetas. Desde su departamento se hizo también ayer hincapié en que el precio del butano en España sigue siendo el más barato de Europa.

Dominio de mercado

El mercado del butano, teóricamente liberalizado desde el pasado año tras la aprobación de la Ley de Hidrocarburos, está en la práctica dominado por la compañía Repsol, que copa el 95% del mercado. Otras compañías como Cepsa y la portuguesa Galp tienen planes para aprovechar la liberalización que, entre otras cosas, autoriza la venta de butano en centros comerciales y estaciones de servicio.Cepsa cuenta con autorización para comercializar una nueva bombona de butano, más ligera, y está iniciando el proceso de comercialización en el sur de España. Pero la liberalización plena tardará en llegar, por lo que Industria seguirá manteniendo el proceso de fijación de precios máximos en los próximos años.

La subida de los gases licuados, que afectará también a las empresas que utilizan butano o propano, tendrá una importante repercusión en el índice de precios al consumo (IPC). El grupo energético pondera un 7,1% en la fórmula de cálculo del IPC y es muy sensible a los procesos de rápido incremento de precios, como el que se registra en la actualidad.

La subida del butano fue ya anticipada a finales de julio por el director general de la Energía, Antonio Gomis, quien descartó una contención de precios en los gases licuados dada la evolución en los precios de los fletes. Gomis fue más optimista entonces al referirse a la posible evolución de las gasolinas en julio y en agosto, pero sus pronósticos se han revelado poco acertados.

La inquietud levantada por la evolución de los precios de los carburantes y del butano dio pie ayer al portavoz de Economía de IU, Francisco Martín Seco, para cuestionar la política de privatizaciones y de liberalización del Gobierno.

Según Martín Seco, el margen de maniobra del Ejecutivo para mantener el control de precios en el sector energético y en otros sectores es muy reducido porque ya no puede recurrir a la política monetaria ni a las empresas públicas. "Este proceso de privatizaciones", pronosticó Martín Seco, "que nos lo han vendido como un proceso de liberalización y de bajada de precios, va a resultar todo lo contrario".