La formación continua para los trabajadores contará con un presupuesto de 35.600 millones

La Fundación para la Formación Continua y el Empleo (Forcem) ha recibido este año 355 proyectos dirigidos principalmente a planes de seguridad laboral, para lo que contará con un presupuesto de 35.663 millones de pesetas. Esta organización es el lazo de unión entre sindicatos y empresarios para garantizar la formación de los trabajadores con el respaldo económico del Gobierno central. Su presidente, Francisco Alfonsín, se muestra convencido de que la formación es la mejor arma para luchar contra los accidentes laborales.

Francisco Alfonsín, también dirigente de Comisiones Obreras de Andalucía, cumple ahora sus primeros tres meses como presidente de la Forcem, convencido de que la formación también sirve para frenar el incremento de accidentes laborales: "Una de las fórmulas para evitar accidentes es prevenirlos y hay que saber cómo. La formación juega un papel fundamental a la hora de evitar la estadística tan negra que estamos padeciendo", afirma. Como sindicalista, Alfonsín no excusa a los empresarios de los siniestros laborales que sufren a menudo los trabajadores. Para él son culpables por "imprudencia temeraria", en muchos casos, y mediante una actitud "claramente contraria a no poner los medios de prevención". "Con el nuevo Código Penal, los empresarios que incumplan las medidas y que deliberadamente no inviertan en materia de salud laboral son culpables de un delito de imprudencia y por lo tanto deben ser condenados", dice. Una de las misiones de la Forcem es cuidar de que los trabajadores puedan disponer de una formación continua que les facilite un reciclaje permanente. Pero además está la formación reglada como forma de acceder a un puesto de trabajo. Respecto a esto último, Alfonsín dice: "Quizá el sistema educativo reglado presenta un cierto desajuste con la demanda real que tiene el mercado de trabajo. Teniendo en cuenta que el sistema de la formación reglada se adapta de forma muy lenta, mediante planes que deben ser aprobados por el Ministerio de Educación, quizás esta formación no tenga la necesidad de adaptación a las demandas puntuales de trabajo". "Sin embargo, está claro que la formación continua, la que afecta a los trabajadores en activo, sí juega ese papel de adaptación inmediata", añade. El presidente de la Forcem también tiene su respuesta para aquellos que opinan que la formación se está utilizando de forma interesada, como formula mágica para acabar con todos los problemas laborales. "La formación juega un papel fundamental a la hora de adaptar a las empresas a las nuevas tecnologías pero, desde luego, no es un bálsamo mágico para solventar los problemas en el terreno de las relaciones laborales. Es una estrategia básica, fundamental e imprescindible para abordar cualquier política de empleo Además la formación es una necesidad, forma parte de la estrategia empresarial". Pero, los cursos formativos, ¿pueden convertirse en un negocio lucrativo para sindicatos y patronal? No, a juicio de Alfonsín: "Los sistemas de control que tienen las subvenciones en la Forcem son rígidos y efectivos para que aquellos que cometan la torpeza de quererse aprovechar de estas subvenciones, sean inspeccionados y sancionados". "Los tribunales de cuentas, los servicios de inspección del Instituto Nacional de Empleo y los de la Junta están trabajando y, en el caso de la Forcem, no han encontrado ninguna irregularidad relevante", explica. "En todo caso ha habido inspecciones de procedimiento contable pero no ha habido ninguna malversación. Es una mentira calculada, con intención de echar tierra sobre la gestión que sindicatos y patronal estamos haciendo de los fondos de formación, y lo que se quiere es minar la credibilidad en cuanto a la capacidad de los agentes sociales y económicos en esta materia. Pero no hay suficiente fondo para afirmar que es un sistema de financiación", añade el dirigente sindicalista. Para Francisco Alfonsín, la formación es fundamental y cuanta más, mejor. "Si [un exceso de formación] tiene algún efecto secundario, éste será positivo, teniendo en cuenta que el mercado de trabajo es muy variable, muy cambiante y tiene una fisonomía de alternancia tremenda. Por lo tanto, la formación no va a producir ningún efecto contrario por exceso", sostiene. Por eso, el presidente de la Forcem no cree que sea la abundancia de formación el problema, sino más bien la falta de recursos para continuar aprendiendo una vez instalados en el mercado laboral. "El mayor problema es la escasez de fondos, teniendo en cuenta que del total de las ayudas solicitadas para proyectos sólo se puede financiar un 30%. Queda todavía un 70% de proyectos que no pueden ser subvencionados por carecer de los fondos que llegan del Gobierno central", asegura Alfonsín. Sin embargo, en cuanto a políticas de apoyo a la formación, él no encuentra diferencias entre el Gobierno actual y el anterior. Cree que los dos han actuado de forma semejante en este capítulo. "La formación continua está en el marco de interlocución con el Gobierno y, aunque arranca de un acuerdo con el anterior Ejecutivo socialista, el segundo acuerdo con sindicatos y patronal sobre formación ha sido firmado siendo Javier Arenas ministro de Trabajo y el tercer acuerdo, posiblemente se tenga que firmar con otro Gobierno del Partido Popular", afirma.