Veinte heridos en el Ulster en choques entre policías y manifestantes nacionalistas
De poco sirvieron ayer las peticiones de calma efectuadas por los líderes políticos y religiosos horas antes de iniciarse en Belfast y Londonderry los tradicionales desfiles unionistas que atraviesan barrios católicos de ambas ciudades. Los choques entre grupos de nacionalistas contrarios a las marchas y la policía de Irlanda del Norte se saldaron con 20 heridos.El desfile de Belfast fue el primero en salir. La compañía de los Apprentice Boys enfiló la calle Ormeau, y la policía cargó contra los cerca de 200 manifestantes nacionalistas que trataban de cerrarle el paso a la comitiva.
Con la marcha de Londonderry a punto de comenzar poco después, el Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés (IRA), se hizo oír. Martin MacGuinness, su número dos, dijo que el verdadero problema del día eran los 10.000 apprentice boys que esperaban entrar "en una ciudad militarizada". Según él, "mantener la paz rodeados de policías resulta harto difícil". Grupos de enmascarados lanzaron bombas caseras contra los agentes cuando éstos trataban de facilitar el paso de la comitiva.
A media tarde, Chris Flood, miembro del Ejecutivo irlandés, dijo desde Dublín que los agentes no habían sabido mantener la calma. Su crítica fue tildada de "escandalosa" por un portavoz de la policía norirlandesa.
Las marchas de los Apprentice Boys conmemoran el fin del sitio de Londonderry ordenado hace 300 años por el rey católico Jaime II, de la casa Estuardo. La derrota del mismo monarca en la batalla de Boyne (río que discurre por Galway) el 11 de julio de 1690 y a manos de las fuezas de Guillermo III de Inglaterra es considerada un hito de la causa protestante.
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