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El primer ministro ruso asegura que va a aniquilar a la guerrilla de Daguestán

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció ayer que el Kremlin había lanzado una gran ofensiva contra los extremistas musulmanes que el martes pasado declararon un Estado islámico independiente en las montañas de Daguestán. "Aniquilaremos a la guerrilla", enfatizó Putin. Los militares aseguraron que, gracias a los ataques emprendidos, liberaron todas aquellas aldeas del distrito de Tsumadá que estaban en manos de los islamistas. Con ello ha terminado la primera etapa para expulsar a los guerrilleros, y empieza la segunda, contra el distrito de Botlij.

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Putin dio la noticia de la ofensiva rusa en Tomsk, donde se encontraba en un viaje oficial. El primer ministro en funciones llegó en la mañana de ayer a esa ciudad siberiana para asistir a una reunión de la influyente organización Acuerdo de Siberia, y para buscar apoyos de cara a la sesión parlamentaria del lunes. Los diputados deberán votar pasado mañana para ratificar o rechazar a Putin como jefe de Gobierno. Putin se mostró decidido a acabar con los islamistas y dijo que serían perseguidos y atacados "estén donde estén", ya sea en Daguestán o en la propia Chechenia.El comandante de las tropas del Interior, Viacheslav Ovchínnikov, que ha sido nombrado jefe de la campaña contra los separatistas daguestanos, aseguró ayer que el distrito de Tsumadá se encuentra ya bajo completo control ruso y que los soldados estaban peinando el terreno para comprobar que no quedan guerrilleros y que no hay peligro para organizar el regreso de los refugiados. Ovchínnikov, que en su tiempo estuvo al mando de las tropas que combatieron en la guerra de Chechenia, dijo que la primera etapa para expulsar a los rebeldes había terminado ayer y que hoy se procederá a la reagrupación de las fuerzas federales con el fin de comenzar mañana la segunda etapa, dirigida contra los extremistas que se encuentran en el vecino distrito de Botlij. Según datos de las tropas de reconocimiento, hay guerrilleros en 7 de las 32 localidades de ese distrito.

Bajas de los islamistas

Los generales rusos afirman que han causado cuantiosas bajas a los islamistas: más de 200 hombres muertos y 300heridos. Los militares calculan que las fuerzas de los guerrilleros se componen de unos 1.500 hombres, a los que en estos momentos se les oponen unos 7.000 soldados y policías federales. Pero en los últimos días el Kremlin ha seguido enviando refuerzos a Daguestán, donde se comenta que ya hay casi 20.000 efectivos.A pesar de las declaraciones triunfalistas que hacen los rusos, hay serias dudas de que los militares realmente controlen la situación en la zona de conflicto. Un alto oficial del Ministerio del Interior de Majachkalá, la capital daguestana, que prefirió conservar el anonimato, señaló que no existía la ofensiva declarada por Putin. "Se trata", dijo, "de un problema geográfico: las condiciones del terreno simplemente impiden lanzar semejante operación. Es verdad que se castigan con fuego de artillería y aviación los lugares donde presuntamente hay concentraciones de guerrilleros, pero su alta movilidad les permite retirarse rápidamente y encontrar protección en las montañas", manifestó el oficial.

Efectivamente, basta mirar el mapa para ver que los distritos de Tsumadá (1.248 kilómetros cuadrados) y de Botlij (695 kilómetros cuadrados) se encuentran en una zona muy montañosa, al oeste del río Andíiskoye Koysu, en la zona fronteriza con Chechenia. La población del primero es de algo más de 16.000 habitantes, y la del segundo, de unos 30.000. La mayoría de los que viven en esa zona no han huido -actualmente hay unos 6.000 refugiados, principalmente mujeres, niños y ancianos, ya que los guerrilleros dejan a los hombres en calidad de rehenes, según testimonios de gente que llega a Majachkalá para escapar de los combates-, lo que en gran medida se explica debido a que los guerrilleros actúan sólo en parte de esos distritos. La población de la zona, étnicamente pertenece a pueblos minúsculos -los andi o gvanal y los chamalali- que han sido asimilados casi completamente por los avar, el grupo étnico más numeroso de Daguestán.

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Mientras tanto, Shamil Basáyev, el famoso comandante checheno nombrado emir de los muyahidin, hizo público un llamamiento a los musulmanes de Daguestán.

"A partir de este momento, y para siempre, Daguestán restablece la soberanía islámica en todo su territorio", se dice en el documento divulgado ayer. Basáyev asegura: "Los musulmanes tomaron las armas con el objetivo de cumplir la voluntad de Alá". "Queremos obtener la victoria o el paraíso", subraya Basáyev, al tiempo que insta a los daguestanos a unírsele y les recuerda: "Hace 140 años que se encuentran humillados y sojuzgados".

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