El BSCH se muestra dispuesto a reducir su participación en el grupo Champalimaud

El Banco Santander Central Hispano (BSCH) está dispuesto a reducir su participación en la aseguradora Mundial Confiança, cabecera del grupo financiero portugués Champalimaud, aunque quiere conservar una posición cualificada en el área de la banca comercial, según aseguran fuentes portuguesas del banco español. El grupo portugués controla, a través de un complejo conglomerado, los bancos Pinto&Sotto Mayor, Totta&Açores, Crédito Predial y Chemical. El objetivo final del BSCH es eludir el veto del Gobierno luso a su alianza con Champalimaud.

El Banco Santander Central Hispano (BSCH), el primer banco español, está dispuesto a revisar las participaciones que tomará en las distintas entidades que conforman el Grupo Champalimaud, pero sin renunciar a la parte "cualitativa" de los acuerdos suscritos con el financiero portugués el pasado 7 de junio, según fuentes conocedoras del proceso que se sigue para recomponer los acuerdos y las relaciones con el Gobierno de Portugal.Fuentes del BSCH en Portugal aseguran que el acuerdo con el Gobierno luso para eludir el veto impuesto por el Ejecutivo de António Guterres está prácticamente diseñado, pero que podría permanecer congelado hasta después de las elecciones generales en Portugal, fijadas para el 10 de octubre. No obstante, algunos medios portugueses aseguran que las autoridades de la Comisión Europea ya han sido informadas del posible acuerdo entre las partes, cuya resolución dialogada es bien vista por Bruselas.

Demanda en Bruselas

Al menos públicamente, el Gobierno portugués defiende que los dos grupos financieros deben anular su actual acuerdo, lo que supondría la retirada de sus demandas en Bruselas; el estudio de una nueva propuesta con una menor participación española en el futuro consorcio y clarificar la estructura accionarial del grupo para facilitar la supervisión por parte de las autoridades lusas. Asimismo, el Ejecutivo de António Guterres quiere que la futura alianza garantice el control portugués sobre los bancos, considerados "de interés nacional".Por su parte, el BSCH y el grupo Champalimaud ya han reconocido que están dispuestos a revisar su actual alianza, aprobada por Bruselas, para franquear la oposición portuguesa. En este sentido, el financiero António Champalimaud ya ha admitido públicamente la revisión del acuerdo, siguiendo algunos de los deseos del Gobierno portugués, pero rechaza tajantemente "cualquier hipótesis de negociar con el Banco Comercial Portugués (BCP), que dirige Jorge Jardim Gonçalves", quien mantiene su oferta de compra sobre la aseguradora Mundial Confiança y los bancos Pinto & Sotto Mayor y Totta & Açores. El financiero luso afirma que, en todo caso, podría concertar con el BSCH la puesta en marcha de una oferta de compra de su grupo por parte de la entidad española, lo que acabaría con todo el conflicto.

[Según el Diario de Noticias, el BSCH está dispuesto a aumentar la participación de Champalimaud en el Banco Santander Portugal del 48%, previsto en el acuerdo inicial, hasta el 50%. El diario destaca que por primera vez ambos socios se muestran dispuestos a separar claramente las dos áreas de negocio, seguros y banca, lo que solucionaría en parte el problema de fiscalización por parte del Estado, que fue uno de los argumentos usados por el Ministerio de Finanzas para vetar la alianza].

No obstante, fuentes financieras lusas consideran que el Ejecutivo socialista no aprobará el acuerdo hasta pasados los comicios generales, para los que se ha marcado el objetivo prioritario de alcanzar la mayoría absoluta. "Después de su firme oposición al acuerdo", explican, "y tras sus radicales declaraciones, el Gobierno se arriesgaría a perder unos valiosos votos. Las reacciones antiespañolas suelen ser muy rentables en las urnas y no parece probable que acepten públicamente el acuerdo, a pesar de que esté políticamente decidido".