Bermúdez confesó "indignada" al PSOE que el GIL le había ofrecido 75 millones de pesetas
La tránsfuga Susana Bermúdez, que el martes anunció por sorpresa su pase al Grupo Mixto para sumarse a una moción de censura en Ceuta promovida por el GIL, expresó hace un mes ante "muchos compañeros" del PSOE su indignación porque un intermediario de la formación de Jesús Gil le había ofrecido 75 millones de pesetas, un piso en Marbella y un trabajo para su marido, a cambio de que no votara a favor del candidato del PP para la presidencia de Ceuta, según relató ayer la dirigente socialista Carmen Cerdeira. Desde la ejecutiva federal, Ramón Jáuregui ha pedido a Bermúdez que dé señales de vida porque todavía "hay solución", aunque teme que esté "secuestrada" para que no cambie su decisión de apoyar el día 23 la moción contra el PP. El GIL niega que la haya sobornado, aunque alardea de que ya sabía que el actual Gobierno "iba a caer".
Mientras que la protagonista de esta historia se encuentra en paradero desconocido, son muchas las voces que hacen conjeturas sobre qué ha podido llevar realmente a esta diputada socialista a romper la disciplina de su partido, pasarse al Grupo Mixto y firmar con el Grupo Independiente Liberal (GIL) una moción de censura, que previsiblemente será votada el día 23, para derribar al actual presidente de la comunidad autónoma, Jesús Fortes, del PP. Fortes fue elegido con los votos de su partido, los del PSOE y los del Partido Democrático y Social (PDS). Pero ahora, con el apoyo de Bermúdez, puede prosperar una moción que coloque en la Presidencia de Ceuta al candidato del GIL, Antonio Sampietro.Los partidos de la coalición gobernante ya sabían que Susana Bermúdez había recibido presiones hace varias semanas para que rompiera la disciplina de voto. Ayer, la eurodiputada Carmen Cerdeira, miembro de la ejecutiva federal del PSOE y dirigente en Ceuta durante muchos años, dio a conocer datos concretos. "Susana comentó a muchos compañeros y a otras personas que no eran del partido su gran indignación porque un intermediario, en nombre del GIL, le había hecho una oferta para que no votara al PP". Cerdeira, en declaraciones a este periódico, recordó en qué consistió aquella oferta, siempre citando "lo que Susana contó": 75 millones de pesetas en efectivo; una casa en Marbella y un buen puesto de trabajo para su marido "con un buen sueldo".
"Esta oferta provocó que a nuestra compañera se le disiparan sus dudas respecto a que tenía que votar al PP, alarmada, como estaba, de los métodos del GIL", continúa Cerdeira siempre citando lo que Bermúdez hizo saber "a mucha gente en Ceuta". Cerdeira conoce desde hace muchos años a Susana Bermúdez y a su familia y tiene grandes dificultades para creer que finalmente haya podido ser chantajeada, por lo que le pide que "rectifique" y no avale una moción de censura que llevaría al GIL al poder en Ceuta.
Perplejidad
Las palabras críticas del padre de la diputada, Ángel Bermúdez, no quisieron ser comentadas por Cerdeira, aunque mostró perplejidad al escuchar que la tránsfuga había sufrido un trato incorrecto por parte de la dirección del PSOE.Tampoco el responsable de Política Autonómica socialista, Ramón Jáuregui, quiere contestar al padre de Bermúdez, a pesar de que éste le cita personalmente como el dirigente que trató a su hija de manera "chulesca e impresentable" cuando estuvo en Ceuta perfilando quiénes de la lista del partido estaban dispuestos a votar a un presidente del PP, una vez que los números 1, 2 y 3 de la candidatura se negaron y presentaron su renuncia. Bermúdez aceptó el mandato, aunque dirigentes del PSOE reconocen que llegó a plantear su aspiración de conseguir un puesto en el Gobierno autónomo, y no la vicepresidencia primera de la Mesa que finalmente le asignó el partido.
Como quiera que nadie del PSOE pudó contactar ayer con Bermúdez, Jáuregui le ha pedido que "se ponga en contacto con el partido y que se aparte de una operación tan peligrosa como darle el Gobierno al GIL". Jáuregui mostró a este periódico su preocupación por que Bermúdez "esté secuestrada por el GIL a la manera como lo hace la mafia: amenazas, coacciones y también ofertas". "Desde el partido le decimos que se libere de todo eso, que lo peor que a alguien le puede pasar es quedar encadenada; debe contactar con el PSOE porque es posible superar este episodio con comprensión", finalizó Jáuregui, para quien su compañera es "más víctima que protagonista".
Quien no quiere de momento dar crédito a la posibilidad de que haya habido un soborno es el PP. Este episodio le ha servido a los populares para arremeter contra el PSOE, poner de manifiesto la debilidad de este partido tanto en Ceuta como en Melilla y exigirle que arreglen ambos conflictos. Ésta es la síntesis de las declaraciones de la portavoz del PP, Mercedes de la Merded, a este diario. "No creo que haya problemas con dinero, sino diferencias de la diputada con su partido", dijo De la Merced, que exigió al secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, que se ponga manos a la obra para solucionar dos crisis que han dado al traste con los pactos que PP y PSOE suscribieron para intentar que el GIL no gobernara. "La situación del PSOE en Ceuta y Melilla constituye un auténtico escándalo nacional y algo debe estar en descomposición en ese partido cuando tiene esos problemas de disciplina interna", señaló.
Desde luego, quien niega que haya sobornos es el GIL. Su cabeza de lista y candidato a la Presidencia de Ceuta, Antonio Sampietro, reconoció ayer a Onda Cero conversaciones con la socialista Susana Bermúdez. "Con esa mujer hemos hablado últimamente y ya sabíamos que no sólo ella sino que hay más diputados que no estaban de acuerdo con esa situación de tener que levantar la mano para defender a un presidente que no era de su partido". "No ha habido sobornos, pero estábamos convencidos de que con nuestro acoso democrático en los plenos y en la gestión diaria, este Gobiernro iba a caer de un momento a otro".
Pero la idea del soborno la extendía ayer todavía más el propio Ángel Bermúdez, al acusar al PP de pretender "comprar voluntades". Dijo que los populares han ofrecido a su hija empleo para sus familiares en paro y una dirección general para su esposo. "Del GIL no ha recibido nada, sólo la garantía de que no me den una paliza o me peguen un tiro", añadió.
El presidente de Ceuta, Jesús Fortes, reconocía anoche en un comunicado que su partido, el PP, ha mantenido conversaciones en los últimos dos días con el padre de la ex diputada socialista para reconducir su situación ante el pleno del día 23, pero según él, en ningún momento por parte del PP ha habido "compra de voluntades".
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