Despropósito con los perros

El presidente de la Comunidad autónoma de Madrid, señor don Alberto Ruiz-Gallardón, nos prometió a los madrileños un gobierno de los mejores. Observando las disposiciones que respecto a las razas caninas elabora su Consejería de Medio Ambiente, se puede deducir que se refería a los mejores en desinformación e incapacidad para elaborar normas para la Comunidad madrileña.Establecer un catálogo de razas caninas peligrosas en razón de su peso es un despropósito sólo comparable a archivar documentos por el tamaño del papel en que están escritos.

Recomendaría al señor don Alberto Ruiz-Gallardón y a su consejería que, antes de llevar a cabo un acto normativo al respecto, se asesoraran de las organizaciones expertas en razas caninas y no sólo de las compañías de seguros.

No vendría mal que, además, visitaran en Internet al American Kennel Club, la Federación Cinológica Internacional y la Real Sociedad Central de Fomento de las Razas Caninas de España.

Tengo, asimismo, que manifestar a la dirección de EL PAÍS mi más sincera repulsa por el lenguaje usado en los artículos de los días 4 y 5 de agosto. Expresiones como "la Consejería de Medio Ambiente ha decidido que los perros agresivos muerdan el polvo" o "las asociaciones defensoras de los animales y los criadores de perros están que muerden", muestran un léxico, estoy seguro, muy alejado del código deontológico de este diario, del que soy asiduo lector.

Espero que quien lo haya escrito no tenga nunca un perro, que no chucho, como dice él, pues estaría por asegurar que, independientemente de su raza o tamaño, sería agresivo. -