Encarcelado por supuesto narcotráfico un teniente coronel que fue "número tres" del general Galindo
El teniente coronel Máximo Blanco López, jefe de recursos humanos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, ha ingresado en prisión como supuesto integrante de una red de narcotráfico que operaba en Cataluña. La organización fue desmantelada el pasado viernes tras el decomiso de 5.400 kilos de hachís en un chalé y un yate en Sant Carles de la Rápita (Tarragona) . Blanco fue hasta 1992 responsable del grupo antidrogas de la comandancia de Intxaurrondo (Guipúzcoa) y número tres del entonces jefe del acuartelamiento, el hoy general Enrique Rodríguez Galindo.
El teniente coronel Blanco fue detenido anteayer en Madrid por mandato de la juez de Instrucción número 2 de Amposta (Tarragona), María Luisa Borrego, "que ha decretado su prisión incondicional y comunicada" en el módulo militar de la prisión de Alcalá-Meco (Madrid), según una nota de la Dirección General de la Guardia Civil. La orden judicial es consecuencia de las investigaciones iniciadas tras el hallazgo de más de cinco toneladas de hachís en Tarragona.El jefe del instituto armado, que estaba destinado en la Agrupación de Tráfico de la calle de Emilio Muñoz, en Madrid, declaró ayer como imputado ante la juez de Amposta, quien decretó el secreto del sumario. Por su parte, la Dirección General de la Guardia Civil ha ordenado el cese en sus funciones del teniente coronel, de acuerdo con el artículo 35.7 del Régimen Disciplinario, y ha abierto un expediente gubernativo "por falta muy grave" según establece el artículo 9.9 de la misma ley.
La detención del jefe del instituto armado se produjo después de que la Guardia Civil decomisara 5.400 kilos de hachís, el pasado viernes, en un yate amarrado en el puerto de Sant Carles de la Rápita (Tarragona) y en un chalé de Sant Jaume d"Enveja, también en Tarragona. La operación se saldó entonces con la detención de seis personas.
La redada se inició cuando miembros del servicio marítimo observaron que dos personas descendían de una embarcación con varios macutos de grandes dimensiones y aceleraban su paso al darse cuenta de la presencia de los agentes, para abandonar después el lugar en un coche.
Seis detenidos
Los agentes se dirigieron entonces al yate, donde encontraron 4.600 kilos de hachís, y detuvieron a la única persona que estaba en la embarcación. Posteriormente, localizaron a los dos ocupantes del vehículo que había huido del puerto y se incautaron de otros 800 kilos de hachís durante el registro efectuado en dos viviendas de Sant Jaume d"Enveja, en donde se detuvo a otras tres personas. Los detenidos fueron Francisco Javier L.B., de 29 años, Manuel C.Q., de 41, Antonio C.G., de 28, Salvador P.M., de 35, Antonio F. B., de 46, y la ecuatoriana Elsi Lourdes L.M., de 28 años, residente en Gavà (Barcelona).Blanco fue identificado cuando merodeaba por las instalaciones náuticas de San Carles de la Rápita al volante de un Citroën Xsara. Las maniobras que realizó al percatarse de la presencia de guardias civiles en la zona pusieron a éstos en alerta. Los agentes bloquearon la salida del jefe cuando supuestamente iba a reunirse con uno de los detenidos, Manuel C.Q., titular de la embarcación, con quien estaba presuntamente citado para cenar. Ambos tienen negocios de compraventa de chatarra. En la agenda de otro de los detenidos figuraba el número de teléfono y el domicilio de Blanco, según fuentes próximas a la investigación.
Entonces, el teniente coronel quedó en libertad tras prestar declaración, a requerimiento de sus compañeros, sobre su presencia en el lugar de la redada. Pero la juez María Luisa Borrego, con las diligencias y las declaraciones del oficial en sus manos, ordenó el lunes su detención. Su inmediato superior, el coronel Astrain, efectuó el arresto en Madrid.
Todos los imputados prestaron declaración ayer, en presencia del fiscal jefe de Tarragona, Josep María Parra. Después de que el teniente coronel expusiera su versión respecto a su presunta vinculación con el dueño del yate y su presencia en el puerto, fue trasladado a prisión
Máximo Blanco ha desarrollado parte de su carrera profesional en Euskadi. Primero, como capitán, en Vitoria; más tarde, al ascender a comandante, fue trasladado a la Comandancia de Intxaurrondo (San Sebastián) como jefe de la Policía Judicial y del Grupo de Información Fiscal y Antidroga (GIFA), lo que le convertía en virtual número tres del entonces jefe del acuartelamiento (el hoy general en la reserva Enrique Rodríguez Galindo).
Blanco permaneció en Intxaurrondo hasta noviembre de 1992, fecha en la que la dirección general del instituto armado le recomendó pedir el traslado a Extremadura. Más tarde pasó a la Agrupación Rural de Seguridad (una especie de antidisturbios) con base en Madrid.
Relacionado con Plomos
El traslado del entonces comandante desde San Sebastián a Extremadura fue consecuencia de que sus propios compañeros descubrieran que había pedido un crédito de dos millones de pesetas al supuesto traficante José Manuel Olarte, Plomos, el cual fue asesinado por ETA el 26 de julio de 1994. La investigación acerca de las relaciones entre Blanco y Olarte fue realizada en el marco de las diligencias 491/91, abiertas por el Juzgado de Instrucción número 1 de San Sebastián. Pero el caso fue finalmente archivado, al no haberse reunido pruebas incriminatorias contra el jefe de la Guardia Civil.Además de ese hecho sospechoso, y mientras estaba siendo investigado judicialmente, Blanco formuló en 1992 una denuncia secreta ante mandos de la Guardia Civil que realizaban una investigación denominada operación Arca de Noé en la que implicaba a su jefe, Enrique Rodríguez Galindo, y a otros oficiales de Intxaurrondo de estar relacionados con operaciones de contrabando y que sus beneficios se utilizaban en la lucha contra ETA, según publicó EL PAÍS el 9 de julio de 1995.
El hoy general en la reserva Rodríguez Galindo replicó entonces que Blanco fue "fue emborrachado y engañado" por los mandos que le entrevistaron. "Todo lo que me afecta a mí es mentira", declaró, "ya que aquí sólo ha habido dos o tres corruptos, y los que hemos encontrado los hemos puesto a disposición judicial". Galindo, considerado durante años como el mayor experto en ETA, está procesado por el secuestro y asesinato en 1983 de los supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.
Blanco compareció el pasado 1 de junio en el juzgado de instrucción número 1 de San Sebastián en relación con una querella interpuesta contra Rodríguez Galindo por la asociación antidroga Adore por supuesta vinculación de agentes de Intxaurrondo con el contrabando y el narcotráfico.
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