¿Un buen rey?
¿Cómo reconocer a un buen rey? Si confrontamos algunas cifras difundidas con motivo de la muerte de Hassan II, el resultado escapa al sentido común. La fortuna del monarca podría ascender a más de 250.000 millones de pesetas. Cerca de la mitad de los marroquíes subsistía en 1997 con menos de 250 pesetas al día; el 55% de la población adulta es analfabeto. Pero al mismo tiempo dos millones de personas salen a la calle para llorar al rey; incluso los inmigrantes marroquíes en Barcelona, adonde han llegado gracias a la política económica de Hassan II, declaran que el rey se preocupaba por su país.Los políticos occidentales se han apresurado a pedir a su sucesor que impulse la democratización y el respeto a los derechos humanos. Yo le pediría también que aumente la prosperidad de los marroquíes y que les lleve la escuela con el fin de que puedan tener elementos de juicio para reconocer a un buen rey.