Julio Bocca aspira a fundar una compañía hispana de ballet
Tangos, mambo, baile contemporáneo y algunos de las más famosos ballets clásicos. Toda esta variedad de estilos figura en el programa con el que el bailarín argentino, Julio Bocca (Buenos Aires, 1967), una de las figuras más importantes de la danza, se presenta en Madrid dentro de la programación de los Veranos de la Villa. Bocca llega con su propio grupo, el Ballet Argentino, una compañía formada por bailarines de 17 a 24 años. Bocca, que también es primer bailarín del American Ballet Theatre con el que tiene obligaciones durante varios meses al año, fundó hace 10 años esta formación con la que realiza giras por todo el mundo. "Quería demostrar que en Argentina no sólo hay buenos futbolistas. Me gusta ver cómo crecen artísticamente y transmitirles mi experiencia. Mi ilusión es formar una gran compañía de habla hispana", declaraba ayer este bailarín. En ese sentido, Julio Bocca piensa aprovechar su estancia en Madrid para probar a algunos bailarines. Vestido de calle, Bocca podría pasar por informático antes que por una gran estrella de la danza. Ayer llevaba vaqueros, camisa negra y gafas de montura metálica. Habla como una persona sencilla, pero es sincero cuando se refiere a su carrera en el American Ballet Theatre, la gran compañía estadounidense repleta de figuras hispanohablantes en estos momentos: "No me gusta decirlo, pero realmente he abierto las puertas a los hispanos en el American Ballet Theatre. Creo que desde que yo entré se dieron cuenta de que no sólo bailan bien los rusos, que también hay buenos bailarines es sudamérica y en España", declara Bocca. Retirada a los 40 Bocca repite mucho que se encuentra en plena madurez profesional. "No sé si soy el mejor bailarín del mundo. No sé dónde estoy ubicado. Eso depende de cómo está uno en ese momento y yo creo que estoy muy bien porque lo paso de maravilla en el escenario. Me siento con una calidad y limpieza que quizás no tenía antes. Realmente ahora puedo decir que, estando arriba del escenario, disfruto más que nunca. Quizá sea por la madurez, la tranquilidad o la experiencia", declara Bocca, que añade: "Mi idea es poder llegar a los 40. Ahora lo que quiero es poder disfrutar cada momento". Respecto a los planes para el futuro, Bocca ha pensado en el cine o en el teatro, pero no en la coreografía, una rama del baile a la que pocos bailarines se resisten. "Debo ser la excepción, pero no me interesa nada coreografiar. Cuando hablo de crear ballets no siento nada. Además, pienso que copiaría, robaría lo que han hecho otros", confiesa. Por eso, en sus actuaciones de Madrid Bocca interpretará piezas de Petipá (El Quijote), de Alberto Méndez (Suite Generis), de Ana María Stekelman (Tango Suite). Esta última pieza es uno de los últimos estrenos de Bocca y también una de sus favoritas.
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