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Moneo renuncia a pedir indemnización y confía en que su proyecto del Prado se ejecute en el futuro

Tereixa Constenla

El arquitecto Rafael Moneo no reclamará indemnización alguna al Ayuntamiento de Sevilla por la paralización del edificio del Prado de San Sebastián, cuyo proyecto le había sido encomendado por la anterior alcaldesa, Soledad Becerril. Moneo no ve lógico pedir compensaciones por el enterramiento del proyecto, en su calidad de director de la obra, aunque deplora que se desperdicie el trabajo ya realizado. Profesionales andaluces lamentaron que la suspensión del edificio del Prado prive a Sevilla de la obra de uno de los arquitectos de mayor prestigio internacional.

El proyecto del edificio municipal del Prado, en Sevilla, ha estado rodeado de polémica de principio a fin. La decisión de la anterior alcaldesa, la popular Soledad Becerril, de adjudicar directamente la obra al arquitecto Rafael Moneo, sin convocar un concurso público, desagradó notablemente a los profesionales andaluces. La designación de Moneo estaba avalada por el prestigio del arquitecto, que en 1996 obtuvo el mayor galardón internacional del gremio: el premio Pritzker de Arquitectura. El enterramiento del proyecto tampoco ha merecido los aplausos del colectivo, a pesar de que todos los consultados advierten de que la paralización de proyectos públicos es una práctica de relativa frecuencia cuando se producen virajes políticos en la Administración contratante, sea del signo que sea. El autor de la obra, Rafael Moneo, se ha manifestado con suma cautela sobre la decisión adoptada por el nuevo gobierno municipal. Moneo explicó que, a petición propia, se entrevistó con el alcalde, el socialista Alfredo Sánchez Monteseirín, para defender el proyecto, un edificio de seis plantas, del que sobresalían sus esquinas. En esa reunión, ocurrida el pasado 15 de julio, el arquitecto ya intuyó que el Prado no seguiría adelante: "El alcalde me explicó sus razones y yo insistí cuánto pude sobre lo conveniente que era seguir adelante para no perder trabajo hecho y porque creo que es una obra de gran utilidad para la ciudad, que incluye un importante aparcamiento". Moneo sostiene que el proyecto definía con nitidez el borde del parque y proporcionaba una sensación de continuidad y coherencia volumétrica con los edificios cercanos, como la Universidad, la plaza de España o la sede judicial. El arquitecto, que confía en que pueda recuperarse algún día el proyecto cuando "se den las condiciones para que sea una prioridad", no reclamará compensación alguna por la paralización. El Ayuntamiento de Sevilla ya abonó sus honorarios por la redacción del proyecto (214 millones de pesetas), aunque el encargo incluía la dirección del mismo. Moneo, sin embargo, no ve lógico solicitar una indemnización por una labor que no se ejecutará, a pesar de que el informe jurídico del secretario municipal establece que el arquitecto debe ser oído "pues la adjudicación del encargo le otorgó un interés a su continuación y a la dirección de la obra". En caso de que el arquitecto, la empresa contratista o las entidades bancarias que financiaban la obra se opongan a la resolución del contrato, el informe señala que habría que solicitar el dictamen del Consejo Consultivo Andaluz. Entre los arquitectos consultados, la suspensión del edificio del Prado suscita pesar por la pérdida de un proyecto de Moneo, dado su prestigio, aunque con matices. Algunos aprovechan para hacer una reflexión de mayor alcance. Excepcional Antonio Cruz, coautor de las obras del estadio de La Cartuja y la estación de Santa Justa, cree que la paralización debería ser excepcional. "Habría que reclamar mayor consenso político para evitar que un corrimiento de votos acabe en decisiones como ésta", argumentó. Aunque puntualiza que el proyecto de Moneo tendría que materializarse antes de emitir un juicio, sostiene que puede considerarse "una pérdida" que no se ejecute la obra del arquitecto español "mejor considerado mundialmente". El arquitecto Víctor Pérez Escolano cree que se ha perdido una oportunidad para contar con "un buen edificio" diseñado por un profesional "de primera línea a nivel mundial". "Aunque en este caso se ha tomado una decisión en concordancia con las posiciones que se habían expresado desde la oposición, sin entrar en los argumentos, me parece una pena que no se haga un proyecto de interés arquitectónico", agrega. Después de recalcar la "coherencia" del gobierno municipal, que ya había advertido a la ex alcaldesa Soledad Becerril que no diese luz verde a la obra hasta después de las elecciones, Pérez Escolano remacha: "Pero si yo hubiera tenido que tomar esa decisión, no lo hubiera hecho". Aurelio del Pozo, que diseñó el teatro de la Maestranza, aduce que las paralizaciones ni son extrañas ni infrecuentes. "En el caso de Moneo, al ser un personaje con tanta singularidad, está rodeada de más publicidad, pero seguro que ni es el primero que le paran ni será el último que le frenen a un arquitecto", indica. "No conozco el proyecto, pero es de un arquitecto importante y debe ser una pérdida para el patrimonio municipal", comenta.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Lisboa desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera en Andalucía. Es autora del libro 'Cuaderno de urgencias'.

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