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verano 99

Sólo para los más adultos

Unos 5.500 jubilados pasarán este verano en Estepona gracias a un programa de la Junta

Hasta este verano Teresa García era una inexperta. Y eso que tiene 82 primaveras. "Fíjate, hasta ahora no tenía experiencia. Es una pena habérmelo perdido tantas veces", comenta. Es la primera vez que participa en el programa de Vacaciones para Mayores en Estepona (Málaga) de la Consejería de Asuntos Sociales de la Junta de Andalucía. El objetivo de la iniciativa es que los más de 5.500 jubilados que participan en ella disfruten del tiempo libre, convivan con otros mayores de Andalucía y, de paso, se den una vuelta por la Costa del Sol. El programa, en el que se van turnando grupos de 150 personas procedentes de toda la región, es único en la comunidad. Lo es porque durante la semana vacacional residen conjuntamente con los 220 jubilados de la Residencia de la Tercera Edad que el Instituto Andaluz de Asuntos Sociales tiene en Estepona. Aún así, no se mezclan demasiado, según el director del centro, José María Orive. "El residente fijo no tiene nada que ver con el que viene al programa". Las diferencias: los segundos viven en sus casa, con o sin sus familiares y no presentan gran problemática social ni médica. Desde luego se les ve sanos como manzanas. En la cafetería los hombres se retan al dominó, mientras las mujeres comparten en los sillones sus experiencias. "Lo que más me gusta es que no tengo que guisar, ni hacer mandados y que me ponen todo por delante. Y vaya patatas, vaya lentejas", exclama Luna Reinoso, de 72 años, mientras se abanica. Las actividades que realizan son de lo más diversas: desde excursiones a los diferentes pueblos de los alrededores de Estepona -el 60% de los participantes no conocía la zona-, hasta baños en la playa que tienen a un tiro de piedra. Pero la cita estrella, a la que no falta ninguno, es el baile que se organiza todas las noches. "Las personas mayores han cambiado mucho. Tienen mucha vitalidad", asegura Mayte Martín, la trabajadora social y animadora sociocultural. Y añade: "A mí desde luego me tienen agotada". Patrocinio Vilches, de 69 años, está radiante con su camisa estampada. "Esto es mi hobby, mi delirio", dice un café en la mano. Es la tercera vez que participa en el programa. Aunque lo normal es dar prioridad a los primerizos, ella le ha puesto empeño al asunto. La alternativa que tiene en vacaciones es irse con los hijos. "Ellos son más jóvenes y cuando salgo con ellos están siempre encima mía. Aquí hago lo que yo quiero", dice reivindicativa. La animadora y el director hacen hincapié en el matiz social del programa. "La mayor rentabilidad es la humana", asegura Mayte Martín. Y Teresa García, hasta hace una semana inexperta en la materia, lo corrobora: "Me habían hablado que esto era muy bueno para mí, que estoy sola y no tengo un duro, y por eso he cogido la oportunidad". La semana le ha salido, como al resto, por menos de 1.500 pesetas y, por ese precio, además de salir de Sevilla, ha aprovechado para hacer nuevas amistades.

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