Los presidentes más veteranos del PP llegan a sus congresos con el lastre de su derrota electoral

El PP ha iniciado el proceso para celebrar 69 congresos regionales y provinciales antes de fin de año y así adaptar sus estructuras a la renovación exigida por José María Aznar según el modelo del XIII Congreso Nacional de enero. Los resultados de las últimas elecciones municipales y autonómicas han sentenciado el futuro político de un grupo de dirigentes, los más veteranos, que llevan a sus espaldas el lastre de encabezar la mayoría de los feudos perdidos por el PP en esos comicios, como A Coruña, Lugo, Cuenca, Guadalajara, Segovia, Soria o Granada, todos con más de ocho años en sus puestos. En Galicia, una de las metas de esta regeneración, Manuel Fraga y otros barones gallegos llevan 10 o más años en sus cargos.

Los responsables de Organización del PP, que asesoran estos días a Javier Arenas en sus entrevistas personales con todos los dirigentes territoriales del partido, disponen de un mapa en el que se desglosa por provincias y regiones la veteranía política de esta organización. La mayoría de esos cuadros dirigentes, 24, llevan sólo tres años al mando de sus respectivas estructuras; 19 han acumulado seis ejercicios de experiencia; y son 12 los que ya alcanzan entre ocho y diez años al frente de una presidencia provincial o regional del PP. Media docena, contando el relevo ejecutado ayer en Andalucía de Teófila Martínez por Arenas, han sido nombrados este año, precisamente como consecuencia de imprevistos como las crisis de Canarias, Tenerife y Asturias.Aunque Arenas y Aznar presumen públicamente de que nadie será excluido en este tramo de su constante viaje al centro reformista, ambos son conscientes de que, entre septiembre y diciembre, el PP debe trasladar al menos la sensación de que en ciertas zonas el partido cambió algunas caras. Arenas ha tomado nota de los territorios perdidos por malos resultados y por disputas.

Precisamente, en Andalucía, el caso más llamativo es el de Granada, donde el PP se ha visto privado de la alcaldía que ocupaba Gabriel Díaz Berbel; el PSOE ha repetido el control de la Diputación, y los populares han bajado 23 concejales en el total de la provincia. Juan de Dios Martínez Soriano es el presidente del PP de Granada desde 1991 y ha tenido enfrentamientos con el ex alcalde.

Castilla y León

En Castilla y León, donde Juan José Lucas ha cosechado otra mayoría absoluta en la Junta y dirige el partido desde hace ocho años, el PP ha encontrado problemas electorales en Palencia, Burgos, Segovia y Soria, donde ha perdido el gobierno de distintas instituciones (alcaldías y Diputaciones) y decenas de ediles. En Burgos, el presidente del PP acumula seis años; en Soria lleva diez Félix Pastor y en Segovia otros tantos Pedro Antonio Hernández.En Castilla-La Mancha, los conflictos se han evidenciado en Albecete, Cuenca y Guadalajara. La sangría de votos y de concejales ha sido especialmente relevante en las dos últimas provincias. Precisamente en Cuenca la presidenta popular, Marina Moya, fue nombrada en 1990 y el responsable en Guadalajara, Francisco Tomey, en 1989. PSOE e IU llegaron ayer a un acuerdo para arrebatar precisamente la Diputación a Tomey, que la controlaba históricamente y que se ha visto afectado por las denuncias sobre la contabilidad de la institución provincial.

Pero el feudo popular más dañado en estos comicios ha sido Galicia. El PP se ha visto fuera del Gobierno de siete de las ocho principales ciudades. Fraga lleva 10 años al mando de la nave popular en la región. José Manuel Romay otros diez en la provincia de A Coruña (donde se ha facilitado al PSOE la Diputación en la que mandaba el otro barón local, Augusto Cesar Lendoiro), y Francisco Cacharro otros diez en Lugo. En esta provincia, el PP tenía la alcaldía y por un cambio de candidato impuesto por Cacharro se ha perdido. Los presidentes del PP de Ourense, José Luis Baltar, y de Pontevedra, el todopoderoso José Cuiña, fueron elegidos en 1994.