Zamora despide a Claudio Rodríguez con flores en el Duero
Los restos del poeta Claudio Rodríguez fueron depositados ayer en el cementerio municipal de Zamora, ciudad donde había nacido en 1934, tal como era su voluntad. Unas flores arrojadas al río desde el viejo puente románico sirvieron de homenaje al poeta fallecido el jueves, y de recuerdo sobre las aguas del Duero. Su funeral de despedida fue sencillo, seguido por unos centenares de amigos, poetas, artistas y algunos políticos, encabezados por el consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva. El párroco que ofició el funeral, Juan Encabo, resaltó el valor de la amistad y la sencillez en Claudio Rodríguez, así como su fidelidad hacia su tierra natal. Destacó también la importancia de su esposa, Clara Miranda, en la vida del poeta de Don de la ebriedad y El vuelo de la celebración. Ambos habrían cumplido, precisamente ayer, 40 años de matrimonio y habían planeado hace algún tiempo celebrar ese aniversario, según apuntó el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, que acompañó a la viuda.
Hijo predilecto de Zamora, el alcalde de esta ciudad, Antonio Vázquez, declaró acerca de Claudio Rodríguez: "Es, ha sido y será un poeta del siglo y, por excelencia, el poeta de Zamora".