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El Sinn Fein considera casi imposible cumplir con la fecha prevista para el desarme en el Ulster

El número dos del Sinn Fein, Martin McGuinness, considera casi imposible que el Ejército Republicano Irlandés (IRA) y los otros grupos paramilitares del Ulster entreguen las armas antes de mayo del 2000 por el retraso en la aplicación del Acuerdo de Paz de Stormont, del que acusa a los unionistas. El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, tras reunirse ayer con el primer ministro británico, Tony Blair, se negó a comentar el comunicado que difundió el IRA el miércoles, y en el que responsabilizaba a Blair y a los unionistas del fracaso del proceso de paz. Adams aseguró que su partido no controla al grupo armado.

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"El Sinn Fein no busca ser un intérprete de una organización sobre la que no tenemos ni la autoridad, ni el control, ni la responsabilidad", afirmó Adams, quien elogió la voluntad de Blair para recomponer la paz, aseguró que el proceso está en peligro, pero, no por el comunicado del IRA sino porque las expectativas que se crearon hace un año con los Acuerdos de Viernes Santo han sido "minadas por aquellos que no quieren el cambio", en referencia a los unionistas.La ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlan, dijo ayer que el comunicado del IRA sólo demuestra "el grado de desconfianza que existe [entre las partes]". El Sinn Fein, a través de su número dos, Martin McGuinness, señaló horas antes que la nota difundida por el IRA en la noche del miércoles es "fruto de la frustración y la rabia" ante el nuevo estancamiento del proceso de paz, del que los republicanos responsabilizan a los unionistas.

Aunque McGuinness afirmó que es casi imposible que se cumpla el desarme antes de mayo del 2000, el general canadiense John de Chastelain, presidente de la comisión internacional para la entrega de las armas en el Ulster, lo ve aún factible. El mandato de la comisión, recordó De Chastelein en Dubín, es "completar el desarme terrorista para el 22 de mayo del 2000, sigue ahí. Seguimos teniendo la intención, la esperanza y las perspectivas de hacerlo, y lo haremos entre ahora y mayo del año que viene". Chastelein mantiene que "el proceso de paz sigue adelante, está vivo", aunque reconoce que "ha habido pasos atrás sobre los planes para la autonomía en Irlanda del Norte y la creación de un Gobierno autónomo".

El Sinn Fein acusa a David Trimble, de ese parón hacia la paz. Trimble, máximo responsable del protestante Partido Unionista del Ulster y jefe electo del gobierno que se intenta constituir en Irlanda del Norte con la participación de nacionalistas y unionistas, calificó de clara amenaza el último comunicado del IRA poco antes de reunirse también con el primer ministro británico, Tony Blair, para abordar la crisis. Para el dirigente protestante, la nota emitida por la banda paramilitar confirma los peores temores de que el IRA no va a destruir sus arsenales. Añadió que su brazo político, el Sinn Fein, solo pretende hacer perder la perspectiva al resto de las fuerzas de la región. Pat Doherty, vicepresidente del Sinn Fein, recordó a Trimble que los Acuerdos de Viernes Santo comprometen a todos los partidos políticos por igual a la hora de crear el contexto adecuado para facilitar el desarme y formar nuevas estructuras políticas capaces de gestionar de forma autónoma los asuntos del Ulster.

El cruce de acusaciones entre las fuerzas políticas norirlandesas se produjo cuando el exsenador estadounidense George Mitchell, mediador internacional en el proceso de paz del Ulster y artífice de los compromisos políticos sellados en abril 1998, aseguraba que los acuerdos de paz pueden todavía ser llevados a la práctica.

Negociaciones en septiembre

Mitchell ha anunciado desde el Castillo de Stormont, sede de las negociaciones, a las afueras de Belfast, que el próximo 6 de septiembre se iniciará un proceso de revisión de todo el camino recorrido, aunque, esta vez, sin fecha límite para coseguir nuevos acuerdos.

El que fuera presidente de la mesa por la paz en el Ulster ha rehusado todo comentario sobre el comunicado del IRA, en el que se señala a los partidos unionistas como causa de una posible ruptura del alto el fuego que el movimiento armado republicano mantiene desde hace ya dos años.

El comunicado del IRA acusa tanto a los unionistas como al Gobierno de Tony Blair de ser los causantes de la nueva parálisis del proceso de paz en el Ulster y constituye la primera reacción de este grupo armado al fracaso del Parlamento autonómico norirlandés en su intento por formar un Ejecutivo autonómico.

El exsenador estadounidense ha advertido de que ni la violencia, ni la amenaza del retorno de los enfrentamientos a las calles norirlandesas va a contribuir a resolver los problemas del Ulster.

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