_
_
_
_
Entrevista:

CÉSAR CORPA PINTOR "Mis cuadros son un grito de rebeldía, de decir basta ya"

César Corpa, de 53 años, onubense de Cuenca, irrumpió en la pintura en 1992 pero alcanzó rápidamente una notable madurez, según los críticos, tras muchos años previos de meditación sobre el arte. Acaba de clausurar con gran éxito una exposición en Punta Umbría. César Corpa, director de un colegio de la capital onubense, llegó a esta provincia en 1970 y fundó un grupo teatral. Pregunta. ¿Cómo compagina la enseñanza con la pintura? Respuesta. Significan dos facetas de mi vida. La pintura es mi pasión. La docencia, mi profesión, pero también me gusta mucho. P. Usted practica la abstracción, la vanguardia, ¿por qué eligió esa forma estética? R. Cuando yo estudiaba el Bachillerato en Cuenca se puso en marcha el Museo de Arte Abstracto. Esos años tan importantes en la formación de una persona coincidieron en Cuenca con la irrupción de una serie de pintores y de obras que yo no conocía. Me impactaron. El lenguaje de lo abstracto se convirtió en algo familiar para mí. Cuando cogí finalmente el pincel, mi pintura era ésa. Creo que la abstracción es la forma estética de nuestro tiempo. P. ¿Por qué le atrae, sobre todo, el expresionismo? R. Me gustan los expresionistas de la escuela de Nueva York de los años cuarenta y setenta, y toda una serie de obras que fueron surgiendo en distintos lugares, y que en España se sintetiza en el grupo El Paso, la escuela de Cuenca, y en pintores como Millares, Saura, Zobel y Guerrero. P. ¿Por qué comenzó a pintar tan tarde? R. Pasé mucho tiempo intentándolo, pero sentía auténtico miedo de enfrentarme a un cuadro. Fueron años en los que me dedicaba al teatro, la fotografía, la crítica cinematográfica, y, mientras tanto, maduraba como pintor. Estudiaba detenidamente el arte, sobre todo del siglo XX, e iba en busca de un estilo propio. También realicé una reflexión en profundidad sobre el arte y la pintura actual: llegué a la conclusión de que el autor ha de ser un hijo de su tiempo. P. ¿Qué quiere transmitir con sus cuadros? R. Un grito de rebeldía, de basta ya, contra la situación que se está viviendo en líneas generales. Cada vez son mayores las desigualdades entre el Primer y el Tercer Mundo. Pero no todos mis cuadros son un grito. Picasso hizo el Guernika, que era un alegato definitivo contra la guerra, pero también pintó Los arlequines y Las señoritas de Avignon, cuadros serenos, y esa circunstancia se da en todos los autores. Mi pintura es a veces un grito, pero en otras ocasiones se vuelve lírica y amable, como una forma de terapia de las contradicciones que lleva uno dentro.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_