Un vago genial

El fichaje del comisario de Industria y Telecomunicaciones de la UE, Martín Bangemann, por la Telefónica española —sin una demora decorosa, sin periodo de espera— se ha convertido en el caso Bangemann ante el Tribunal de Justicia europeo. La UE quiere retirar la pensión mensual de 1,2 millones de pesetas al comisario retirado. "Más vale un vago genial que un idiota trabajador": ése sería el lema como comisario de Bangemann, y con él contribuyó a la penosa imagen de la superburocracia de Bruselas. Bangemann faltó a reuniones y utilizó viajes oficiales para diversiones privadas: en dos de estas ocasiones le robaron el coche oficial. (...) Enchufó durante varios años en Bruselas a un amigo, Dieter Eggen, compañero de estudios y de navegaciones. Ahora, los jueces de Luxemburgo deben dictaminar qué información privilegiada adquirió, qué decisiones tomaron él o sus asesores directos que pudieran afectar a su nueva empresa, qué desventajas competitivas para las empresas rivales pueden originarse de su puesto.

Tampoco su pasión por los veleros bonitos se resintió bajo el peso de su cargo: el comisario pergeñó innumerables bosquejos de barcos durante muchas reuniones oficiales. Hasta el 12 de mayo de 1995, Bangemann (...) participó con 42 millones de pesetas en una sociedad para la construcción del yate de 40 metros Mephisto. Pocos meses antes había afirmado en su declaración de haberes ante la Comisión: "Soy presidente del patronato de la Fundación Friedrich-Naumann, y no tengo intereses financieros o profesionales en otras empresas". (...)

, 12 de julio