John-John Kennedy desaparece con su avioneta en el Atlántico
El hijo del presidente asesinado iba a la boda de una prima con su esposa y su cuñada
La fatalidad golpea de nuevo a la familia Kennedy. John Kennedy Jr.., de 38 años e hijo del asesinado presidente Kennedy, desapareció durante la madrugada de ayer mientras pilotaba una avioneta desde New Jersey hasta la isla de Martha's Vineyard, en Massachussets. Junto a él volaba su mujer, Carolyn Bessette, y la hermana de ésta, Lauren. La esperanza de encontrar vivos a los tres se fue debilitando durante el día, al ir apareciendo restos que fueron identificados como pertenecientes al aparato y al equipaje de los tres en la zona de Gáy Head, en el extremo occidental de la isla.
La Fuerza Aérea de EE UU, el Departamento de Transportes, el Servicio de Guardacostas, la Administración Federal de Aviación, el Departamento de Defensa y diversas fuerzas de socorro pertenecientes a cinco Estados participaron en una exhaustiva operación de rescate seguida minuto a minuto por el presidente Bill Clinton y por millones de personas que asistieron a un nuevo episodio trágico del clan de los Kennedy.
La búsqueda se concentró a partir de la una de la tarde en Gay Head, después de que los barcos del Servicio de Guardacostas localizaran en el agua calzado deportivo, otros restos de equipaje, un pedazo de reposacabezas del asiento y un fragmento de rueda. Una mujer comunicó a la policía que había encontrado en la playa una etiqueta de identificación de maleta en la que figuraba el nombre de Lauren Bessette. A pesar de estos pesimistas indicios, el despliegue de la operación se mantuvo.
La experiencia de vuelo de John Kennedy era reciente y limitada: obtuvo su licencia el año pasado y el aparato que pilotaba ayer era nuevo. Era un piloto tan novato que varios familiares habían declinado invitaciones para volar con él. Según los testigos que le vieron despegar en New Jersey, no había a bordo del aparato ningún instructor o piloto. Además —aunque es probable que no tenga que ver con lo ocurrido—, John Kennedy cojeaba, debido a una reciente lesión en la pierna En el periodo del vuelo, la noche era muy oscura, aunque el tiempo era bueno, con vientos suaves y cielos despejados. La última referencia de la avioneta en el radar fue a las 21.38 horas, 20 minutos antes de la hora prevista para el aterrizaje. En ese momento, el aparato volaba a 2.000 pies de altitud (600 metros) y a 17 millas (42 kilómetros) al oeste de la isla de Martha's Vineyard, sobre una franja costera muy recortada.
La avioneta en la que viajaban los tres desaparecidos era una Piper Saratoga PA 32 monomotor con capacidad para seis personas. Despegó del aeropuerto de Essex, en Caldwell (New Jersey) a las 20.45 horas del viernes, sin haber depositado previamente —no es obligatorio— un plan de vuelo a las autoridades. Preveía llegar a Martha's Vineyard a las 22.00 horas.
Operación de búsqueda
A las dos de la madrugada, preocupada por la ausencia de noticias, la familia dio la alarma a los responsables de la Administración Federal de Aviación. Una hora más tarde despegaban los primeros equipos militares de rescate. Después se organizó una gigantesca operación de búsqueda en un tramo costero de unos 250 kilómetros. "Con un acontecimiento de esta magnitud, estamos trabajando con cinco Estados", concretó desde Norfolk (Virginia) uno de los portavoces del Centro de Coordinación de Rescates de la Fuerza Aérea.
El tipo de avioneta implicada, con buen historial de seguridad, está equipada con un sistema de detección que envía una señal de radio en caso de que el aparato se desplome o tenga una avería. Según el Pentágono, no llegó a haber ningún contacto por radio con la torre de control del aeropuerto de Martha's Vineyard.
El presidente Clinton fue advertido a las 7.30 de la mañana de la búsqueda de los desaparecidos. Desde ese momento, pidió una actualización bastante de la operación de rescate. La Casa Blanca emitió un comunicado en el que se expresaba la preocupación de la familia Clinton. "Todas nuestras plegarias y pensamientos se dedican a los que iban a bordo del aparato y a sus familias", subrayó el portavoz presidencial, Joe Lockart. Clinton habló por teléfono en varias ocasiones con miembros de la familia Kennedy, entre ellos Caroline, la hermana de John, y su tío, el senador Ted Kennedy.
El terrible sino de la dinastía Kennedy cerró ayer un círculo que iba a ser de alegría y que acabó en tragedia. John Kennedy, su mujer y su cuñada se dirigían el viernes pon la noche a Mantha's Vineyand para asistir, ayer, a la boda de su prima Rory.
Rory Kennedy es la hija más pequeña del asesinado Robert Kennedy: nació dos meses después de la muerte de su padre. Además del asesinato de su padre, dos hermanos de Rory han conocido un final trágico, en un caso por sobredosis de drogas y en otro por accidente.
La desgracia pudo ocurrir por la planificación del vuelo. Aparentemente, el destino final de John-John y su mujer era Hyannisport, en donde iba a reunirse la familia Kennedy y otros invitados, 275 personas en total.
Pero antes querían aterrizar en Martha's Vineyard para dejar allí a Lauren, la hermana de Carolyn, y seguir el vuelo después.
La boda se ha aplazado sin fecha y los reunidos asistieron ayer a una misa dedicada a rezar por los desaparecidos. Brian O'Connor, portavoz del ex congresista Joseph Kennedy, dijo á una emisora de Cape Cod que el ambiente en la residencia familiar era "sombrío y triste".
El trágico sino de los Kennedy era ayer el asunto de conversación dominante en EE UU. Los medios de comunicación audio visuales emitieron programas extraordinarios. Los norteamericanos siguieron paso a paso los esfuerzos del rescate, con esperanza primero y con desolación después, a medida que llegaban pruebas de que la avioneta había desaparecido en el mar. El Chicago Sun Tribune imprimió una edición especial. En el estadio de béisbol de los Yankees, en Nueva York, espectadores y jugadores guardaron un minuto de silencio. En la lista de coincidencias, una más, y siniestra: ayer fue el tercer aniversario de la explosión del vuelo 800 de la TWA sobre las costas de Long Island, relativamente cerca de la zona en la que ayer desapareció la avioneta de Kennedy. A bordo de aquel avión había 230 personas, y sus familiares les recordaron ayer arrojando flores a las aguas del Atlántico.
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