_
_
_
_
LA TRAGEDIA SE CEBA EN LOS KENNEDY

La maldición de una familia

Es el equivalente -dice el tópico- a una familia real en un país sin monarquía. Su estilo de vida ha sido adorado, envidiado, copiado y odiado por millones de norteamericanos. Pero nadie querría pasar por las fatalidades con las que el destino se ha empeñado en marcar a este clan, al apellido que el mundo identifica más con EEUU.John Kennedy, presidente, fue asesinado en Dallas en 1963. Su hermano Robert también fue asesinado en Los Angeles, en 1968, cuando se aproximaba de una forma que parecía imparable a la Casa Blanca. Previamente, el hermano mayor, Joseph, piloto de la Marina, había muerto en una misión de bombardeo durante la Segunda Guerra mundial.

Mañana se cumplen -otra trágica coincidencia- 30 años del escándalo de Chappaquiddick: otro hermano, el senador Ted Kennedy, que también abrigaba ambiciones presidenciales y que ya era senador en 1969, abandonó una fiesta, probablemente con demasiado alcohol encima, en compañía de una joven ayudante parlamentaria, Mary Jo Kopechne, de 28 años de edad. El automóvil en el que iban se salió de la carretera en el puente de la isla de Chappaquiddick, cerca de Martha"s Vineyard. Ted pudo salir del agua, pero Mary Jo se ahogó. El senador esperó ocho horas antes de llamar a la policía. Las circunstancias de lo ocurrido nunca se aclararon, pero Ted dejó de pensar en la Casa Blanca. David, hijo de Robert, fue encontrado muerto en una habitación de hotel, en 1984, por una sobredosis de heroína. Tenía 28 años. Su hermano Michael se mató en un accidente de esquí el día de año nuevo de 1997, con 39 años. Su vida había estado marcada por el escándalo de una relación extraconyugal con una adolescente.

Más información
El niño que conmovió al mundo

Y en 1991, un primo de John, William Kennedy Smith, se sentó en el banquillo acusado de violar a una mujer en una residencia que los Kennedy tienen en Palm Beach, Florida. Fue declarado inocente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_