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Cien entidades reúnen a un millar de personas en la concentración antirracista de Terrassa

Después de cinco días de incidentes xenófobos en el barrio de Ca n"Anglada, en Terrassa (Vallès Occidental), continúa la tensión entre los vecinos. Los magrebíes, amedrentados, siguen sin salir apenas de sus casas tras el apuñalamiento de un marroquí y los ataques a tiendas y coches. El fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, anunció que la justicia actuará "con celeridad y contundencia", pero de momento sólo hay un detenido, Carlos Javier Egea, de 21 años, por apología de la xenofobia. Una concentración por la convivencia convocada por un centenar de entidades reunió a un millar escaso de personas.

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El fiscal Mena afirma que "la justicia actuará con celeridad y contundencia" ante los actos de racismo

A la concentración en la plaza del Ayuntamiento asistieron ayer unos 1.000 ciudadanos, entre ellos algunas personalidades políticas y sindicales: el secretario general de la Comisión Obrera Nacional de Cataluña, Joan Coscubiela; Antoni Lucchetti, coordinador de Esquerra Unida i Alternativa; Roc Fuentes y Joan Saura, diputados de Iniciativa per Catalunya-Verds, y representantes de todos los partidos presentes en el consistorio de Terrassa. Joan Coscubiela declaró: "Pujol tiene mucha responsabilidad en todo esto porque nunca ha querido hablar de políticas activas para la inmigración y exhibe como prueba de que en Cataluña no hay problemas que es más fácil integrarlos al catalán que a otros colectivos de otros lugares de España". La concentración duró aproximadamente una media hora y al finalizar el acto se leyó un manifiesto en árabe y en catalán en el que se pedía a los vecinos de Ca n"Anglada que no se dejen llevar por las actitudes racistas y xenófobas que impulsan grupos radicales organizados. A la concentración asistió un grupo de inmigrantes y se pudieron leer dos pancartas, una rezaba: "Todos y todas somos inmigrantes, vecinos y vecinas", y la otra: "Todos somos vecinos, todos somos inmigrantes". Y precisamente a quienes menos se veía ayer por las calles era a los magrebíes. El viernes, día de rezo para el islam, el oratorio de Terrassa permaneció vacío. Un marroquí que vive en Terrassa desde hace más de 20 años, Mohamed B., decía delante de la mezquita de Ca n"Anglada: "La gente ya no se atreve a venir a rezar, antes éramos más de cien y ahora somos siete u ocho, los demás tienen miedo de salir de casa". Y explicó que la plegaria de las nueve se hizo con protección policial. "Luego decidimos no volver para el encuentro de las once de la noche, por miedo a lo que pudiera pasar", agregó Mohamed, quien se interrogaba sobre cómo se puede haber llegado a la situación actual en Ca n"Anglada. "Sólo queremos respeto para nosotros, nosotros les respetamos a ellos", afirmaba. Mientras, un vecino del barrio le llamaba "español de segunda". Según este vecino, la responsabilidad de lo que está pasando en el barrio es del alcalde de Terrassa, el socialista Manuel Royes, quien ayer confesó su preocupación por la evolución de los hechos. "Teníamos la ilusión de que cada día iría a menos y en dos o tres días el problema se minimizaría, pero no ha sido así: fue un cálculo equivocado", se lamentó. Royes pidió a todos los vecinos "sentido común y responsabilidad" y les recomendó que no salgan de casa más de lo necesario, para " conseguir hacer abortar las manifestaciones nocturnas". El alcalde de Terrassa aseguró: "Se está a un paso de que los vecinos de Ca n"Anglada se inhiban y dejen de jalear y animar a los skins que vienen al barrio, que quizá este fin de semana vengan aún en mayor número". PASA A LA PÁGINA 4

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