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El 'subcomandante' Marcos confía en firmar la paz con el Gobierno que surja de las elecciones del año 2000

Las elecciones del año que viene en México, trascendentales por que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se arriesga por primera vez a perder el poder tras 70 años de mando en plaza, pueden además acelerar la paz en Chiapas, donde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas en 1994 para poner coto a décadas de explotación de los indígenas. Así lo considera su líder máximo, el subcomandante Marcos, en una entrevista emitida anoche por CNN+.

"Esperamos que, [el tema militar] se solucione en menos de cinco años, [cuando] haya un Gobierno que entienda" las exigencias de los zapatistas para poner fin al conflicto, declara Marcos en la entrevista, que repasa además los cinco años de existencia pública del zapatismo.

A la pregunta sobre las supuestas conexiones del EZLN con parte del aparato del Estado, un tema espinoso, pues algunos sindicatos ligados al PRI fueron acusados de financiar a la guerilla, Marcos responde detallando las dificultades políticas que su movimiento ha causado a los dos últimos presidentes mexicanos. "A Carlos Salinas de Gortari le arruinamos la vida y la existencia", dice Marcos, y "a Zedillo lo hemos, exhibido como hombre sin palabra; eso no nos lo va a perdonar". El estallido de la rebelión zapatista, el 1 de enero de 1994, coincidió con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre México, EE UU y Canadá, arruinando así, en términos de imagen, la gran obra en política internacional de Salinas de Gortari. Marcos se siente orgulloso de ello, pues declara que el intento de Salinas de hacer entrar a México en el primer mundo por la puerta falsa se hacía a costa de los más miserables del país, los grupos indígenas. "Este país había decidido fingir", explica el subcomandante, "sobre los cadáveres de diez millones de indígenas". Y respecto a las críticas sobre su liderazgo de un movimiento indígena, siendo blanco, Marcos, en el tono distendido y cálido que mantiene durante toda la entrevista, responde: "Soy más indígena que muchos indígenas".

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