La huelga de funcionarios fuerza a la policía a atender a los presos de Cádiz
La situación de las prisiones Puerto I y II (El Puerto de Santa María, Cádiz) cambia como de la noche al día según quien la cuente. Los funcionarios en huelga dijeron ayer que el amago de motín del sábado propició que varios presos se armasen con pinchos y barrotes. Los directores de las prisiones, en cambio, hablan de normalidad. La persistencia de la huelga obligó a que la atención al millar de presos tuvieran que dispensarla los directivos del penal, junto a 35 policías, funcionarios en prácticas e inspectores de Prisiones llegados de Madrid.
La Dirección General de Instituciones Penitencias dio ayer instrucciones a los directores de las prisiones de Puerto 1 y Puerto 2, Francisco Márquez Salaberri y Víctor Comendador, respectivamente, para que rebajasen las informaciones sobre el riesgo de motín en el complejo. Tras las primeras 54 horas de huelga "salvaje e ilegal", como la definen los funcionarios, ambos aseguraron que la situación dentro de los penales es de "normalidad absoluta". Márquez y Comendador negaron las noticias "alarmantes e incorrectas" vertidas por los sindicatos ACAIP, CSI-CSIF y UGT. "Se está vendiendo la idea de que Puerto 1 está a punto de estallar, lo que es totalmente falso; la normalidad ahora es absoluta", indicó Márquez. Éste, no obstante, reconoció que los directivos penitenciarios, los funcionarios en prácticas y los 35 agentes del Cuerpo Nacional de Policía (desprovistos de armas) que velan por la seguridad de los penales tienen "sobrecarga de trabajo".
El director de Puerto 1 negó asimismo que los presos protagonizasen un conato de motín (que el sábado fue confirmado por la Subdelegación del Gobierno de Cádiz) y rebajó los incidentes en el módulo 2 a pequeños destrozos en los cristales de las celdas, producto, dijo, "del nerviosismo de algunos presos al no haber disfrutado de sus derechos durante un tiempo". Los directores explicaron que a primera hora de la mañana de ayer se habían restablecido todos los derechos básicos de los presos (visitas de familiares, paseo por el patio...) tras 48 horas sin salir de las celdas.
Mientras los responsables de estas prisiones difundían este mensaje de tranquilidad y serenidad, los huelguistas pronosticaban un amotinamiento de los reclusos y advertían de que la tensión tras las rejas iba en aumento. El portavoz sindical, Felipe Saúl, de ACAIP, aseguró incluso que un grupo de presos se ha agenciado barras de hierro y pinchos, sin más precisiones.
Saúl hablaba en nombre del más de un centenar de funcionarios de las cárceles portuenses que ayer por la mañana cortaron dos carreteras comarcales con barricadas de neumáticos y señales de tráfico en llamas. Los cortes de circulación provocaron caravanas de varios kilómetros y la Guardia Civil de Tráfico se vio obligada a desviar el tránsito de los vehículos por otras vías alternativas. Los manifestantes también se desplazaron a la prisión de Jerez, a cuyas puertas se manifestaron brevemente con gritos contra el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, y el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja.
Por su parte, el comisario jefe de la policía en Cádiz, Miguel Rodríguez, negó igualmente que agentes antidisturbios cargasen contra los manifestantes y aseguró que "repelieron una agresión ante una desobediencia manifiesta de los funcionarios, que impedían las comunicaciones y las visitas de los familiares de presos".
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