Conato de motín por la huelga de prisiones

La huelga de funcionarios de prisiones desencadenó en la noche del viernes un conato de motín de presos en la cárcel gaditana Puerto 1, de El Puerto de Santa María, y desencadenó ayer cargas policiales que produjeron heridas o contusiones a una docena de trabajadores que estaban bloqueando el acceso a ese centro penitenciario y a Puerto 2. Las acciones de protesta de los funcionarios, que ayer tampoco cumplieron con el turno de noche, provocaron una violenta reacción de numerosos presos, encerrados en sus celdas muchas más horas de lo habitual y sin poder desarrollar su vida normal. Las prisiones de alta seguridad Puerto 1 y Puerto 2 vivieron así un clima de gran tensión, tanto den'tro como fuera de los muros carcelarios.

En el exterior, unos doscientos funcionarios se manifestaron y bloquearon el acceso para todo tipo de vehículos, incluidos los de familiares de reclusos que acudían a visitarles. La carga de la policía produjo contusiones a una docena de trabajadores. Cinco de ellos tuvieron que ser ingresados en el hospital Santa María de El Puerto; uno llegó con el brazo roto y otro corría el riesgo de perder la visión en un ojo, en el que se le incrustaron trozos de cristal de sus gafas tras recibir un golpe con una porra. A otro funcionario la carga policial de los agentes antidisturbios le rompió el tabique nasal.

Los dirigentes de las centrales sindicales que promueven la huelga, calificada de "ilegal y salvaje" por algunos de los propios participantes, presentaron denuncias en el juzgado de guardia por cada uno de los funcionarios lesionados, que se sumaron a las otras dos presentadas el pasado viernes tras la 'primera carga policial. El secretario federal de organización del' sindicato ACAIP, Felipe Saúl, arremetió contra el Ministerio del Interior y la dirección general de Instituciones Penitenciarias por autorizar una represión policial de "una violencia desproporcionada e injustificable". "Nuestra actitud", añadió, "ha sido pacífica en todo momento y nos hemos encontrado con una respuesta violenta y bestial que nos retrotrae a un pasado que teníamos todos olvidado".

Destrozos en las celdas

Saúl anunció que los funcionarios mantendrán la huelga con carácter indefinido hasta que Instituciones Penitenciarias dé respuesta a sus reivindicaciones laborales, defendidas por los sindicatos ACAIP, CSI-CSIF y UGT "Estamos reclamando mejoras para un colectivo muy castigado por un trabajo tan duro, con horarios por turnos y una conflictividad especial", declaró.

La tensión en el interior de las prisiones 'también desembocó en violencia. En la noche del viernes al sábado, un centenar de reclusos del módulo 2 del centro penitenciario Puerto 1 realizaron un conato de motín. Quemaron y destrozaron material mobiliario de las celdas y arrojaron colchonetas al patio, según confirmó la subdelegación del Gobierno. La protesta terminó entorno a las siete de la madrugada de ayer, cuando los presos llevaban ya dos días sin poder salir al patio en el horario habitual de esparcimiento y sin poder acudir tampoco a los cursos y actividades de formación. Unos 40 agentes del Cuerpo Nacional de Policía trataban de mantener el orden en la prisión. Un portavoz de Instituciones Penitenciarias indicó que algunos presos "aporrearon las puertas y tiraron objetos por las ventanas" cuando vieron que sus visitas eran bloqueadas. Para Instituciones Penitenciarias, los funcionarios impidieron ejercer "el derecho fundamental de los presos a las comunicaciones con sus familia res". Las visitas se concentran generalmente durante el fin de semana y las dos prisiones gaditanas cuentan con más de 1.100 internos.

El vicepresidente del sindicato mayoritario entre los funcionarios de prisiones, Juan Figueroa, relacionó los incidentes ocurridos en El Puerto de Santa María con el hecho de que "una treintena de familiares de presos de ETA denunciase ante el juzgado de guardia los retrasos que estaban teniendo para comunicar' con sus parientes internos". Según él, "el juez avisó al subdelegado del Gobierno en Cádiz, éste a la Secretaría de Estado de Interior y desde ahí se dio la orden de cargar contra los funcionarios".

Este dirigente sindical sostuvo que los trabajadores en ningún momento impidieron las comunicaciones y que lo que se produjeron fueron retrasos, al no efectuarse el relevo de las ocho de la mañana y tener que proseguir en sus funciones los del turno anterior con ayuda de agentes de la policía.