Los sindicatos justifican a Trabajo su apoyo al expediente en Telefónica

Telefónica de España, la filial de telefonía básica del primer grupo español por beneficios, consiguió ayer que los sindicatos UGT, CCOO y UTS firmaran un documento de apoyo al expediente de regulación de 10.849 empleos que la empresa ha presentado a Trabajo. El documento reconoce que el expediente excede los límites clásicos de este tipo de medidas y subraya que la empresa ofrece "bajas incentivadas (mal llamadas prejubilaciones) a todos sus trabajadores con independencia de su edad".

Telefónica y los sindicatos firmantes del expediente de regulación (UGT, CCOO y UTS) han querido salir al paso de las numerosass críticas recibidas por un plan de ajuste en la mayor empresa española, que afectará a más de 10.800 personas en los dos próximos años. En el nuevo documento presentado al Ministerio de Trabajo -"complementario al plan social contenido en el expediente"- explican los motivos que, a su juicio, justifican el ajuste y subrayan que se aplicará "bajo los principios de voluntariedad y no discriminación". Como gran logro, los firmantes subrayan que se ha procedido a "ofrecer las bajas incentivadas (mal llamadas prejubilaciones) a todos los trabajadores de la compañía con independencia de su edad", aunque "conscientes de que los trabajadores de una cierta experiencia son un patrimonio capital de la empresa". Explican que el expediente persigue "diseñar una plantilla de futuro ideal y definitiva", que quedará por debajo de las 45.000 personas en el año 2000. Recuerdan que se ha firmado un plan que contempla "reforzar los planes de formación" con un coste estimado en 6.500 millones de pesetas en 1999 y 2000, la movilidad funcional de todos los trabajadores y la creación de 1.000 nuevos empleos.

Después de tres huelgas

Telefónica prevé 8.097 prejubilaciones de trabajadores con más de 52 años, con un 70% del salario; 48 jubilaciones forzosas; cerca de 300 jubilaciones anticipadas a los 60 años, y cubrir el resto del expediente con bajas incentivadas. Las centrales, que a lo largo del año han convocado tres jornadas de huelga en defensa de la estabilidad de la plantilla, afirman en el texto firmado junto a Telefónica que "la pretensión ha sido que las bajas fueran las mínimas y que las que se produjeran se llevaran a cabo con el menor coste social". Reconocen, sin embargo, la excepcionalidad de las medidas pactadas con la empresa al afirmar que el expediente excede "los límites de los expedientes clásicos y se sustenta más en el plan social y en los compromisos de futuro que en la simple petición del mismo".

Los firmantes explican que el expediente persigue "diseñar una plantilla de futuro ideal y definitiva", que quedará por debajo de las 45.000 personas en el año 2000 y recuerdan que se ha firmado un plan social que contempla "reforzar los planes de formación" con un coste estimado en 6.500 millones de pesetas en 1999 y 2000, la movilidad funcional de los todos los trabajadores y la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo. Como gran logro, los firmantes subrayan que se ha procedido a "ofrecer las bajas incentivadas (mal llamadas prejubilaciones) a todos los trabajadores de la compañía con independencia de su edad", aunque "conscientes de que los trabajadores de una cierta experiencia son un patrimonio capital de la empresa". Según los sindicatos, el ajuste es imprescindible para "mantener y consolidar en el futuro la posición de liderazgo" de Telefónica en un entorno de mayor competencia.