La Cruz Roja negocia con la Generalitat el traspaso de sus hospitales a la red pública
Los hospitales de la Cruz Roja de Barcelona y Lleida formarán parte de la red sanitaria pública a partir de septiembre si se cumple el calendario previsto. Después de casi dos años de negociaciones, ha llegado el momento de que los dos últimos centros hospitalarios de la Cruz Roja en Cataluña se integren en un consorcio formado por ella misma y el Servicio Catalán de la Salud, una fórmula que permitirá a la institución dedicarse a otras tareas de bienestar social y de ayuda a los sectores más marginados.
"El objetivo de este consorcio es garantizar el futuro y la continuidad de estos centros", afirmó ayer el gerente del hospital de la Cruz Roja de Barcelona, Rafael Ballús. Una comisión mixta formada por el Servicio Catalán de la Salud, dependiente del Departamento de Sanidad, y la Cruz Roja ha estado trabajando en los últimos meses en la preparación de los estatutos y revisando la estructura de los dos hospitales. Está previsto que durante el mes de julio el Consell Executiu de la Generalitat tome una decisión. Después del verano se firmará la escritura de constitución de este consorcio y se elegirá su presidente. El análisis de sus cuentas indica que ambos hospitales han superado los problemas financieros y de organización de años anteriores, y han logrado un equilibrio económico y un funcionamiento positivo. En concreto, el hospital de la Cruz Roja de Barcelona, situado en la calle del Dos de Maig, se ha recuperado en los últimos tres años de la grave situación económica que se inició en 1983 y culminó en 1990. Ballús, que a su cargo de gerente del hospital de Barcelona une el de representante de la Cruz Roja en la comisión gestora que negocia la constitución del futuro consorcio, añadió que para la institución "no es un objetivo prioritario gestionar hospitales". En esta línea, la presidenta de la Cruz Roja de Cataluña, Marta Corachán, se congratuló ayer de que en breve se delegue en el Servicio Catalán de la Salud la gestión hospitalaria de los dos centros. "Así la Cruz Roja se podrá dedicar de lleno a las cuestiones sociales y humanitarias que le son propias", afirmó Corachán, quien recordó que la asunción de los dos hospitales por parte del sistema público de salud se adapta al nuevo mapa sanitario de Cataluña. Las bases del documento fundacional seguirán el modelo del consorcio de gestión del hospital de la Cruz Roja de L"Hospitalet de Llobregat, que en 1991 pasó a depender de la sanidad pública y que también se sumará al nuevo acuerdo. El otro centro hospitalario que tenía la institución asistencial, el de Tarragona, cerró sus puertas en 1996 por falta de comprador, tras 25 años de actividad asistencial ininterrumpida. Un traspaso formal Ballús clarificó que el nuevo traspaso se traduce en un cambio formal de titularidad que no afectará ni a la plantilla ni a la actividad asistencial de los centros. Un total de 690 profesionales trabajan en la actualidad en estos dos hospitales de la Cruz Roja en Barcelona y Lleida, ambos concertados con la Generalitat, en los que se atiende a todos los pacientes derivados de la Seguridad Social y de algunas mutuas. En 1998 los dos centros sanitarios atendieron a 168.774 personas. Durante el último año, el hospital de Lleida ha continuado su tarea de actividad sociosanitaria con un 98,6% de ocupación. El sistema de transferencias de hospitales de la Cruz Roja a la sanidad pública se ha aplicado en otras comunidades, entre ellas Andalucía y Murcia. Mientras que en 1988 la Cruz Roja contaba con 27 hospitales, en estos momentos tan sólo le quedan 17 en toda España.
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