Mudanzas 13-J

DE PASADALos cambios en las corporaciones locales, tras la votación del pasado 13 de junio, acarrean fenómenos migratorios dignos del examen científico. Los flujos demográficos que se generan son de distinto pelaje, y también evidencian diferentes pautas de comportamiento. Escribiendo en plata, que algunos ex alcaldes se mudan a los despachos de la oposición sin rechistar y otros barruntando maldiciones bíblicas sobre sus sucesores mientras embalan sus pertenencias. En ocasiones las mudanzas son por las bravas, como ha ocurrido en Baza (Granada), donde los integrantes de la gestora del Partido Popular recabaron el apoyo de una cortadora metálica para derribar la puerta de la sede de su formación. Por lo visto la ex presidenta local Emilia Martínez había ordenado que no se autorizase la entrada a "nadie" en las oficinas, según Efe. Ni siquiera a los suyos, aunque, a la vista de lo ocurrido, la nueva gestora que la sustituye no debe incluirse propiamente en la categoría de los suyos, aunque compartan el carné de la gaviota. Justo lo contrario de lo que han vivido los ex alcaldes, que se mudan a la oposición porque les han negado la llave de la gobernabilidad, que en definitiva es la que abre la puerta principal. Ante estos trances las reacciones son variopintas. En Bollullos de la Mitación (Sevilla), los socialistas abandonaron la sesión de constitución al verificar que habían perdido la alcaldía y dejaron al nuevo alcalde, Antonio Gallego (PP), hablando para los suyos, casi como en los mítines, y lamentando el "mal perder" de sus predecesores. En Huércal-Overa, al norte de la provincia de Almería, socialistas y populares han exhibido unos modales fantásticos pese a perder las elecciones. José López (PP) y Luis García (PSOE) han desplegado una educación exquisita para cerrar trato tan singular, en virtud del cual se reparten la alcaldía durante este mandato. López estrena el cuatrienio como regidor municipal y García, su socio, lo despedirá en el año 2003. Tan interesados estaban en impedir que el andalucista Diego Ortega, que logró la lista más votada, accediese al cargo que la única discrepancia entre ambos candidatos para intercambiarse la llave de la puerta principal a mitad de mandato debió residir en el orden sucesorio. TEREIXA CONSTENLA