Riesgo de desabastecimiento en Argentina por una huelga
La huelga de transportistas argentinos impidió ayer el tránsito por las principales carreteras de acceso a Buenos Aires y por importantes centros urbanos. El paro, convocado por tiempo indefinido, manifiesta el rechazo de los transportistas a un impuesto que el Gobierno argentino fijó a finales de 1998. Miles de camiones estacionados y diversos piquetes impidieron circular a quienes no quisieron adherirse a la protesta. Unas 11.700 cabezas de ganado no pudieron ser retiradas ayer del mercado de Hacienda de Liniers (en el suroeste de Buenos Aires). El mercado suspendió su actividad al no registrar los ingresos de vacuno previstos.
El presidente de la asociación de fábricas de alimentos Coppal, Alberto Álvarez, advirtió de que la huelga provocará el desabastecimiento de alimentos de consumo masivo, como la leche o el pollo. El ministro argentino del Interior, Carlos Corach, anunció, sin embargo, que su Gobierno no va a permitir esa situación.
La protesta se produce en un momento en el que el Parlamento estudia reducir el impuesto que ha suscitado la reacción de los transportistas. Este tributo se aplica a todos los propietarios de vehículos cuyo valor supere los 20.000 dólares (3,252 millones de pesetas).
