Un juzgado indaga dos delitos en la construcción de la variante de Berriz
Un juzgado de Durango investiga un presunto delito de prevaricación y otro ecológico en las obras de construcción de la variante de Berriz, iniciadas el pasado diciembre. El juzgado de instrucción número 1 ha admitido a trámite la denuncia presentada por la plataforma ecologista Bizirik, que se refiere a la destrucción de más robles y hayas centenarias. Este proyecto viario, con un coste de 580 millones de pesetas, es el que más problemas está causando a las autoridades forales. En 1996, el Tribunal Superior de Justicia paró las obras por la falta del estudio de impacto ambiental, que causó un retraso de dos años en el inicio de los trabajos. El pasado marzo, el alto tribunal permitió que los trabajos prosiguieran, tras otra denuncia ecologista, tras constatar que no se estaba respetando la declaración de impacto ambiental pero después de que la Diputación prometiera cumplirla. Prevaricación En la querella admitida por la juez, los ecologistas señalan que los departamentos de Obras Públicas y Medio Ambiente de la Diputación vizcaína no solicitaron al de Agricultura la autorización para que la variante afectara a los árboles autóctonos, como se establece en una norma foral. Además, constata que entre el 26 y el 31 de marzo la empresa encargada de los trabajos lleva a cabo "un desraizamiento masivo de todas las frondosas afectadas [por el trazado de la variante] sin realizar ninguna operación de trasplante más que la tradicional de tala drástica y disminución de sus raíces". La plataforma Bizirik relata que el hecho más grave es que "algunos de los árboles fueron directamente troceados ante la imposibilidad incluso de "fingir" su trasplante como se hizo con otros. Dicho troceamiento fue conocido al ser localizados los restos del árbol por un vecino". Hechos que son calificados por la plataforma como absolutamente lamentables, y por los que van a pedir responsabilidades judiciales. Fundamentan la existencia de dos delitos de prevaricación "al haberse autorizado la ejecución de la variante de Berriz de forma arbitraria y con pleno conocimiento de la injusticia de dicha autorización" y otros contra la flora, "tantos como árboles destruidos", puesto que se "desraizaron de forma ilegal varios ejemplares de especies arbóreas amenazadas". El Juzgado de Durango dictó un auto este sábado, en el que requiere a la Diputación la "filiación de las personas encargadas de la dirección de las obras así como aquellos que estén encargados de la asesoría medioambiental de dichas obras". Junto a ello, solicita una copia del proyecto de construcción aprobado y pide a la empresa encargada, Exbasa, "a fin de que facilite la plantilla de trabajadores y encargados de la realización de la variante de Berriz".
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