Emociones y recuerdos
La Casa de la Villa fue ayer el escenario de la jornada de gala. El protocolo funcionó correctamente, pero no impidió que las emociones personales afloraran con fuerza propia. Así, el alcalde, en el parlamento posterior a su investidura, se conmovió al mencionar a su familia y estuvo, por ello, al borde de las lágrimas. Su madre, doña Matilde, granadina de 92 años, asistía con devoción contenida a la tercera investidura del cuarto, y el más pequeño, de sus cuatro hijos. "Todos tienen sus cualidades, pero de José María sobresale su honradez y su capacidad para el trabajo", dijo con una mirada cálida, también conmovida. El portavoz del PP, Juan Antonio Gómez-Angulo, confesó a este periódico: "Mi recuerdo ha estado hoy con mi esposa, Marga, que murió durante la pasada legislatura, y que tanto me ayudó". En las filas de la oposición no hubo menciones a sus familias, pero algunos concejales llevaron incluso a sus nietos al acto de investidura. Inés Sabanés reveló: "En actos como éste, que tienen un gran significado democrático, no puedo evitar el sentimiento de una emoción intensa cuando recuerdo lo que costó conquistar entre todos las libertades en nuestro país". Quizá por las presencias familiares, y emocionales, las críticas políticas menguaron ayer un tanto.
