La Ertzaintza identificó dos huellas del asesino en la escena del crimen de la abogada de Vitoria
La Ertzaintza identificó dos huellas del presunto asesino de la abogada de Vitoria, Begoña Rubio, en el escenario del crimen. En la primera visita que Koldo Larrañaga, autor confeso de la muerte de Rubio, cursó a la letrada para conocer sus honorarios, apoyó los pies en una silla metálica en la que dejó marcas cuadriculadas de la suela de sus zapatos, marca Maratón Saga. Después de que presuntamente degollase a la letrada dejó otra huella de sus zapatos impresa con sangre sobre un certificado de Correos. El informe concluye, después de desechar otros restos, que los zapatos de Larrañaga son "posiblemente" los autores de la primera huella "y con total seguridad" de la segunda.
Larrañaga ya había confesado, pero la Ertzaintza tenía que demostrar que pasó por el despacho de Rubio y estuvo en la escena del crimen. Un trozo de látex de los guantes que utilizó y que se quedó pegado en el cuello de la abogada fue la primera evidencia. Larrañaga tenía un corte el dedo corazón de su mano izquierda con la que, según su confesión, sujetó el cuello de su víctima mientras la acuchillaba. Pero además, en el pequeño despacho en el que Begoña Rubio atendía a sus clientes, los agentes de la policía vasca recogieron muestras de moqueta, sangre y marcas de zapatos. No había huellas dactilares, y los restos de sangre y ADN -cuyas muestras fueron tomada el pasado 18 de junio- todavía no han sido analizados, a pesar de lo cual la policía vasca considera demostrado que el acusado estuvo allí. En la primera visita que cursó a la abogada se sentó para hacerle una consulta sobre un caso de estafa y los honorarios que le costaría su representación. Larrañaga tenía antecedentes por delitos de estafa cometidos en Miranda de Ebro el 27 de mayo, en San Sebastián el 17 de septiembre y el 23 de noviembre, y en Burgos por falsificación con fecha del 7 de octubre, días todos de 1998. Al llegar al despacho se sentó y sus pies se apoyaron en la estructura metálica de una silla. En la "huella del calzado por adición de sustancia sobre la barra métálica de sujección de una silla, se han observado concordancias respecto a su morfología en grado de posible" en relación con los zapatos del acusado, cita el informe de la Ertzaintza incluido en el sumario del caso. Absoluta seguridad Los investigadores están absolutamente seguros de que la huella manchada de sangre hallada en un pequeño resguardo de Correos en el despacho de Rubio coincide "con absoluta seguridad" con la suela del zapato izquierdo marca Maratón Saga, del número 41, recogido como propiedad del detenido en su vivienda. La mancha tiene tres por dos centímetros y la huella sólo es posible apreciarla tras sucesivas ampliaciones. Los agentes identificaron hasta cinco alteraciones en la suela, producto de desgastes o pequeñas piedras, cuyas concordancias con el resto de sangre sobre el papel les llevaron a concluir "con absoluta seguridad", que se trata del mismo zapato. Larrañaga declarará hoy en el juzgado ante todas partes personadas, primero por el asesinato del empresario Agustín Ruiz y luego por el de Rubio.
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