Enseñanza acepta las demandas de los directores de instituto de Barcelona

El Departamento de Enseñanza cedió ayer a las presiones de la Junta de Directores de Institutos de Secundaria de Barcelona y accedió a concederles algunas de las demandas que figuran en el documento aprobado por unanimidad el pasado 17 de junio, especialmente las referentes a que se impartan clases de COU para repetidores durante el próximo curso -el COU ya ha desaparecido debido a la implantación de la reforma- y a la escolarización del alumnado más conflictivo en aulas especiales. Los directores han conseguido que se incremente en 11 el número de las llamadas unidades de adaptación curricular (UAC) -pedían 19- y que se escolarice a los 29 alumnos más conflictivos observados durante este curso en las unidades externas de escolarización (UEE). Estas unidades, destinadas a los casos más graves, no están gestionadas por Enseñanza, sino por instituciones privadas. Por otra parte, el próximo curso se impartirán 12 grupos de COU para repetidores, lo que supondrá un aumento de 20 profesores de plantilla. Control de preinscripción El departamento se ha comprometido asimismo a que los profesores de la ciudad de Barcelona sometidos a traslado forzoso se queden en la ciudad y los mayores de 60 años permanezcan en el mismo centro donde ejercían la docencia. Asimismo Enseñanza acepta crear una comisión mixta que controle los procesos de preinscripción en los centros financiados con dinero público, una vieja exigencia que pretende paliar las posibles discriminaciones que se producen en los centros concertados. En una carta enviada a la delegada territorial de Barcelona ciudad, Sara Blasi, los directores daban un ultimátum a Enseñanza y amenazaban con pedir "responsabilidades" en el caso de que se considerase que "las respuestas recibidas no contribuyen a paliar el imparable deterioro de la enseñanza pública". Finalmente no se han pedido dimisiones, pero la junta advierte que se mantendrá vigilante. El ultimátum expresado por los directores en la carta, en la que lamentaban la "actitud poco receptiva de la Administración", tuvo el efecto de movilizar a la Administración educativa y ayer se celebró la reunión entre los representantes de los directores y la del departamento, la delegada adjunta de Barcelona ciudad, Dolors Balagué.