JOSEP LLUÍS SELLART La desecación del río Francolí supone alimento para las palomas de Tarragona

Miles de palomas invaden estos días la desembocadura del Francolí en el puerto de Tarragona para aprovechar la desecación que cada año, en la época estival, afecta al último tramo del río. Las aves se alimentan de insectos y pequeños animales que afloran a la superficie cuando se seca el cauce. Este tramo de desembocadura desaparecerá en los próximos meses, cuando empiecen las obras de supresión de la curva que traza el río en su parte final, con lo que el Francolí desaguará directamente al mar, en una bocana del puerto. Diversas asociaciones ecologistas han solicitado la conservación de la zona (que aparece en la fotografía) debido a su alto valor ecológico, ya que cuando aumenta el caudal de agua sirve de refugio a un gran número de peces y facilita el anidamiento de aves.