Seis casos para el horror
Las denuncias por malos tratos a animales subieron el año pasado respecto a 1997. Las sanciones, sin embargo, disminuyeron. Así, de las 715 denuncias que la Comunidad recibió en 1998, sólo 12 acabaron en multa, es decir, el 1,6%. El porcentaje de 1997 fue del 10,5% (sobre 547 denuncias). Éstos son seis de los doce casos sancionados este año. - Mastín ahorcado. A José L. O., la Comunidad le ha multado con 400.000 pesetas por ahorcar a un mastín. A él y a Segundo G. G., el dueño del can, la policía local de Madrid les sorprendió en enero del año pasado en la calle Real de Arganda. Segundo sujetaba a su perro mientras su compañero preparaba la horca. Pasó una cuerda con un nudo corredizo por la rama de un árbol. Le pusieron el lazo por el cuello al can y tiraron del otro extremo. El perro se despegó del suelo. Pero un vecino de la zona presenció toda la operación y avisó a la Policía Municipal. Una patrulla acudió al lugar y les sorprendió. El perro murió ahorcado. Los denunciados alegaron que lo mataron porque era agresivo: "Me había mordido en más de una ocasión", declaró Segundo. "Tendría que haberlo llevar al veterinario para que lo sacrificaran o bien a la sociedad protectora de animales para ver si era recuperable", explicó Guillermo Terán, técnico del departamento de Protección Animal.
- Muerte por inanición. La lenta agonía de una vaca brava en una finca de San Lorenzo de El Escorial le ha costado a su propietario, Salvador A. B., una sanción de 400.000 pesetas. El 20 de diciembre de 1997, un coche atropelló a la vaca en la carretera M-600, que une Guadarrama con El Escorial. La vaca sufrió la fractura de las dos patas delanteras, pero aun así logró volver a la finca de la que se escapó. La res se pasó 47 días en el mismo lugar sin que el propietario la diera de comer. Como no se podía mover, la vaca devoró todo lo que tenía a su lado, pero no aguantó más y murió de hambre. La Guardia Civil advirtió en reiteradas ocasiones al propietario del estado del animal, pero la única respuesta fue: "Con mi ganado hago lo que me da la gana".
- Doma brutal. Lucián D. T. tenía un concepto muy personal de cómo educar a los caballos. El 25 de abril, en plena feria organizada por la Casa de Andalucía en San Fernando de Henares, trataba de hacer que su caballo se arrodillara. Pero el animal estaba muy nervioso porque estaba rodeado de gente y no obedecía. Lucián desmontó y comenzó a fustigar al animal de forma brutal. Estaba ebrio, según la denuncia de la Policía Local. Cuando los agentes le dijeron que ésa no era forma de tratar a un animal, él les respondió que "no tenían ni idea de lo que es la doma" y que con su caballo hacía lo que le daba la gana". Su agresividad hacia el equino le ha costado 300.000 pesetas.
- Perro putrefacto. El propietario de un can de caza no encontró mejor manera de deshacerse de su animal que meterlo en el maletero y abandonarlo allí. Un vecino de Villaverde percibió el fétido olor que desprendía el can y avisó a la policía. El dueño afirmó que no sabía que su perro estaba ahí. El Gobierno regional le ha multado con 250.000 pesetas.
- Pelea con una gallina. La última multa por maltrato de animales fue impuesta el jueves pasado. Miguel Ángel L. M., de 18 años, ha sido sancionado con 550.000 pesetas por un brutal pasatiempo. Él y tres amigos se reunieron el 28 de abril en el parque del barrio de la Estación, de Navalcarnero. Querían poner a prueba los colmillos de un pitbull, un raza catalogada como peligrosas por la Comunidad. Pusieron a una gallina como rival del can. Formaron un corrillo e incitaron al can. La pelea duró poco. Cuando llegó la Guardia Civil al parque, la gallina estaba muerta.
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