Interior realizará campañas informativas en Marruecos sobre los riesgos de la migración ilegal Policías de países mediterráneos buscan en Málaga medidas contra las redes que la mueven
Los sueños que impulsan a miles de africanos a cruzar a este lado del Estrecho se ven frustrados con demasiada frecuencia. Los peligros de la travesía y el riesgo de caer en manos de las mafias que organizan el tráfico ilegal de personas son algunos de los aspectos que más preocupan a la Unión Europea, que esta semana ha reunido en Málaga a responsables policiales de países del Mediterráneo para estrechar la colaboración en la persecución de estas mafias. Del foro ha salido una campaña para informar a los potenciales inmigrantes marroquíes de los riesgos que corren.
Esta campaña informativa está organizada por el Ministerio del Interior y consistirá en la difusión de anuncios de televisión, cuñas radiofónicas y charlas informativas a la población en todo el territorio marroquí en las que se explicarán, entre otros aspectos, las normas para obtener un visado, los riesgos de la navegación en el Estrecho de Gibraltar o los requisitos para obtener un permiso de trabajo. Interior firmó el viernes un protocolo con la Organización Internacional de Migraciones (OIM), que será la organización encargada de desarrollar el programa. El ministerio lo financia con 25 millones de pesetas, y su desarrollo será supervisado por una comisión mixta. Pero, aparte del protocolo, los responsables policiales de países como Argelia, España, Francia, Italia, Túnez, Marruecos y Portugal han decidido coordinar sus efectivos para perseguir a las mafias dedicadas al tráfico de personas. Para José Ramón Ónega, director general de Política Interior del Gobierno español, estas redes son responsables del aumento de muertes en el Estrecho en los últimos años. "Entre 1996 y 1998, el número de inmigrantes que tratan de cruzar el Estrecho de forma ilegal ha aumentado espectacularmente, aunque en 1999 se ha experimentado un ligero descenso", explicó. Según los datos de Interior, en 1996 se interceptaron 339 pateras; al año siguiente, fueron 60 más, y en 1998, la cifra saltó hasta las 557. En lo que va de 1999, se han interceptado 137. Y lo más preocupante es el saldo de naufragios: en 1996 naufragaron cuatro pateras, dejando 31 desaparecidos, 10 cadáveres y 34 náufragos. Al año siguiente, se registraron tres naufragios en los que desaparecieron 61 personas, se recogieron 24 cadáveres y se rescató a 18 náufragos. Mucho más dramáticas fueron las cifras de 1998: un total de 24 naufragios, 61 desaparecidos, 24 cadáveres y 18 personas rescatadas. En 1999 han naufragado ya siete pateras, dejando 10 desaparecidos, cinco cadáveres y 67 personas rescatadas. "Estas cifras las conocemos por los testimonios de los rescatados, pero nada sabemos de las pateras que aparecen al otro lado del Estrecho ni de la suerte de sus ocupantes", se lamenta Ónega. Las mafias, además, cobran ingentes cantidades de dinero a los inmigrantes por el transporte, aunque los datos que obran en poder de los responsables policiales del Mediterráneo acerca de estas organizaciones no fueron facilitados a la prensa. Sí se hizo público el paquete de medidas para luchar contra ellas: aproximar las normativas de control y castigo del tráfico de personas, crear órganos específicos en cada país para luchar contra ellas dotándolos de medios materiales y formación suficiente, controlar la fabricación, matriculación y ruta de las embarcaciones del Estrecho para evitar su uso fraudulento y mejorar el control en la expedición de visados.
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