"En el cielo manda Dios y en La Bordeta, Muñoz"
"En el cielo manda Dios y en La Bordeta, Muñoz". Esta frase corrió durante muchos años en boca de los vecinos del barrio barcelonés en el que se ubica la antigua fábrica Batlló, uno de los bienes más emblemáticos de Julio Muñoz Ramonet en la ciudad y que hoy está bajo el control de la sociedad Inmobiliaria Lles. Muñoz también fue el dueño de otras propiedades que dieron qué hablar: los almacenes El Siglo y El Águila, empresas textiles, la Compañía Internacional de Seguros, etcétera. En el distrito de Sants-Montjuïc, sobre todo entre las asociaciones vecinales de La Bordeta y las empresas que trabajan en el polígono Batlló, el nombre de Muñoz Ramonet vuelve hoy a sonar con fuerza. El Ayuntamiento ha puesto a exposición pública su proyecto de recalificación de los terrenos de Batlló-Magòria-Aunós, en el que toda la edificación se concentrará en Can Batlló. Inmobiliaria Lles tiene como administrador único a Jesús Castelo, yerno del fallecido Muñoz Ramonet. Recalificación de Batlló Can Batlló es uno de los patrimonios que las hermanas Muñoz Ramonet consiguieron controlar en 1991 a través de la herencia y ampliación de capital de la sociedad dominante del entramado financiero de su padre. Según el Registro Mercantil de Barcelona, Castelo administra personalmente Inmobiliaria Lles desde el pasado 17 de marzo. Anteriormente, las titulares que controlaban la sociedad eran las propias hermanas Muñoz Villalonga. El Ayuntamiento apuesta por habilitar 15.891 metros cuadrados nuevos de zona edificable en Batlló. A esto se sumarían los más de 22.500 de una permuta con Eduard Aunós. Con la suma de estos solares, se construirán 750 viviendas, un 30% de las cuales en régimen de protección oficial. Inmobiliaria Lles tiene sus oficinas y la sede social en la calle del Avenir, 26-28. Este domicilio corresponde precisamente al edificio anexo al palacio del Marqués de Alella, en la calle de Muntaner, y forma parte de la parcela que Muñoz Ramonet dejó en herencia a la ciudad de Barcelona. Ahora es el centro de operaciones de una de las grandes recalificaciones urbanísticas. Ningún representante de Inmobiliaria Lles quiso atender a este diario, aunque Castelo sí declaró en marzo pasado que sólo se avendría a un pacto con el Ayuntamiento si se le permitía edificar en 60.000 metros cuadrados. La propuesta municipal es inferior, pero diferentes fuentes señalan que Inmobiliaria Lles podría aceptarla. La Coordinadora de Urbanismo de las asociaciones vecinales de Sants entiende que la edificabilidad hace más viable el proyecto global, pero estudia pedir una rebaja para ganar en zonas verdes y equipamientos.
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