La Comunidad exportó en 1998 más del 90% de los restos sanitarios generados
La Comunidad Valenciana sólo trató el año pasado en instalaciones autóctonas la décima parte de los residuos hospitalarios que generaron sus centros sanitarios. En concreto, de las 3.035,8 toneladas gestionadas en 1998 en todo el territorio, 2.735, es decir, más del 90%, se tuvieron que exportar a otras comunidades o al extranjero para ser tratadas con garantías legales.
El endémico problema de los detritos que arrastra la sociedad valenciana desde hace años también se hace patente en la producción de residuos sanitarios, aquellos que se generan en los hospitales y en otros centros asistenciales. De las miles de toneladas generadas no todas necesitan un tratamiento especial. Así, el denominado grupo I, donde se incluyen todo tipo de restos que no han entrado en contacto con pacientes, no presenta exigencias especiales de tratamiento y se consideran asimilables a residuos sólidos urbanos: se tratan como las basuras domésticas. El grupo II, el de residuos sanitarios no específicos, incluye los restos que proceden de pacientes no infecciosos (materiales de curas, yesos, textil fungible, ropas, objetos y materiales de un solo uso contaminados con sangre, secreciones o excreciones) y han de ser recogidos selectivamente e identificados. La mayor parte se gestiona como sólidos urbanos. Pero hay otro tipo de residuos que han de tratarse como restos tóxicos y peligrosos. Así, según cifras de la Consejería de Medio Ambiente, en toda la comunidad valenciana se recogieron 2.874 toneladas de residuos del grupo III, una categoría en la que se engloba material hospitalario, tanto de quirófanos como de otras salas, contaminado con sangre, orina, vómitos y otros líquidos que han estado en contacto con pacientes infecciosos. Asimismo se incluyen en este grupo gasas, ropa hospitalaria, cultivos, restos de animales de laboratorio y materiales desechables, como jeringuillas hipodérmicas y otros instrumentos cortantes. Aparte del grupo III, los hospitales de la Comunidad generaron en 1998 otras 161,8 toneladas de residuos encuadrados en el grupo IV: los citostáticos, es decir, sustancias empleadas en medicina en la lucha contra los cánceres y que actúan ralentizando el crecimiento celular. Incineración El tratamiento de estos últimos es la eliminación mediante la neutralización química o incineración a una temperatura que pueda asegurar su destrucción. En cuanto a los del grupo III, se pueden someter a un proceso de esterilización o desinfección mediante vapor caliente a presión o, mediante una tecnología novedosa, con ozono. Una vez tratados se pueden verter como si fueran residuos domésticos. También es legal tratarlos mediante la incineración en hornos especiales. Así, éste es el método utilizado para ese 10% de residuos que sí se trata en territorio valenciano, según cifras de Medio Ambiente. En concreto, el hospital 9 d"Octubre de Valencia incineró en 1998 hasta 300 toneladas. Del resto de los residuos del grupo III, la mayor parte se envía a Alcantarilla (Murcia). 1.219,8 toneladas provenientes de las provincias de Alicante y Castellón, donde los restos de los centros públicos corren a cargo de la empresa Vapsa. Hasta Constantí (Tarragona) llega el grueso de los residuos (1.171,7 toneladas) de Consenur, que ganó el concurso de Sanidad para tratar los restos de los centros públicos de la provincia de Valencia. La misma empresa remite otras 132 toneladas a Arganda del Rey (Madrid). En cuanto a los citostáticos, la mayor parte llega a Francia. El resto va a Constantí o a Alcantarilla.
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