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El Midem de Miami deja de ser "latino" y se abre a las músicas del mundo

Nutrida presencia española en la feria del disco

Diego A. Manrique

La codicia de los organizadores franceses del Midem se evidenció en el momento más inoportuno. En 1999 ha renunciado al nombre de Midem Latino por el más ambiguo de Midem Américas. Una decisión desafortunada, ya que coincide con un verdadero boom de la música latina en Estados Unidos, liderado por figuras como Ricky Martin o Jennifer López. A cambio, la feria pierde identidad al querer transformarse en puerta de entrada para la industria europea en EE UU.

La edición de 1999 del Midem de Miami continúa con nutrida presencia española. La SGAE cuenta con el mayor puesto de esta feria de la industria musical y patrocina conciertos como el del martes, con los cantautores canarios Pedro Guerra y Rosana, más el vocalista nicaragüense Hernaldo Zúñiga. Para hoy, la Sociedad de Autores presenta una velada de rock latino con la mexicana Julieta Venegas, los valencianos Girasoules y el francés Sargento García. La feria se va deshaciendo de su identidad inicial, orientada hacia el mercado hispano, y se escucha, a cambio, abundancia de músicas africanas y otros sonidos afiliados al área cultural francófona.En la presente edición apenas hay delegación cubana para evitar los incidentes del pasado año, cuando sectores recalcitrantes del exilio cubano intentaron boicotear los conciertos de Compay Segundo y otros artistas de la isla. Escaldada la SGAE por tal cerrazón, en esta ocasión no cuenta con sus socios cubanos. Sólo se celebró el concierto de Helio Revé Jr. y su Charangón -reaparición del grupo que dirigía Helio Revé hasta su muerte, en 1997- con el consabido suspense: su valiente discográfica, la británica Tumi, consiguió los visados para sus músicos el día anterior. Es cierto que sonó mucha música cubana, pero en interpretaciones de otras agrupaciones caribeñas o del congoleño Ricardo Lemvo.

Ausencias y vídeos

También choca la ausencia de la poderosa música colombiana; igualmente fueron raros los artistas de potencias creativas tales como Brasil o Argentina. Las estrellas del rock mexicano Café Tacuba y Maná renunciaron a tocar y ofrecieron pases de sus conciertos filmados o documentales. El público de Miami es veleidoso y no tiene mucha gracia actuar ante una audiencia de saciados miembros de la industria discográfica. Puerto Rico sí estuvo bien representado con el extraordinario grupo Lena Libre y la orquesta del trombonista Jimmy Bosch. Ellos, junto con el sabroso cantante dominicano José Alberto, El Canario, son la avanzadilla de Ryko Latino, el grupo con el que Chris Blackwell -el muy legendario fundador de la compañía Island- se interna en la música tropical cantada en español; sus artistas esperan que pueda hacer por la salsa lo mismo que logró con el reggae. Blackwell también apuesta por fusiones como la encarnada en el extraordinario Cowboy rumba, donde Ned Sublette, cantante tejano que se considera heredero de Buddy Holly, graba con instrumentistas de merengue o con instituciones de la música cubana como NG La Banda y Los Muñequitos de Matanzas.

La música en directo ocupa las noches del Midem, desarrollándose en ocho recintos de Miami Beach. Para los participantes, el día está reservado a citas de negocios y mesas redondas donde se debaten las actuales preocupaciones del mundo de la música: Internet como canal de venta de grabaciones y como soporte de emisoras de radio o televisión, el DVD o las técnicas del crossover que permiten que un artista perteneciente a una minoría étnica triunfe entre el público masivo. Ese crossover es la vasija conteniendo oro que está al final del arco iris y con la que sueñan todas las discográficas.

Miami es actualmente la ciudad donde se planifican esas conquistas de nuevos y apetitosos mercados. El puertorriqueño Ricky Martin se instaló aquí para elaborar su disco en inglés con el productor de origen cubano Desmond Child. Los numerosos estudios de grabación dan trabajo a técnicos y músicos altamente cualificados -en un 80%, de origen hispanoamericano- que ayudan a las figuras locales y todo tipo de estrellas llegadas desde México, Argentina o España. La ciudad acoge también las sedes de las principales multinacionales que cultivan el mercado latino: Universal/ Polygram, EMI Latin, Sony Discos y BMG. No es casualidad que la Federación Latinoamericana de Productores de Fonogramas y Videogramas (FLAPF) haya abandonado México por Miami.

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