Los peritos cuestionan la base económica alegada para que Valyser ganase 3.800 millones en Isolux

La perito Purificación Grajal, funcionaria del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC), afirmó ayer que la sociedad Valyser no aportó a Isolux, empresa de la que adquirió, en 1990, un 40% por 600 millones de pesetas, ni capital ni tecnología o una red internacional como para que tan solo un año y medio más tarde, en enero de 1992, se pudiera vender a Portland Iberia (Banesto) un 10% por 1.100 millones y el restante 30%, en 1993, a la Corporación por 3.300 millones, operaciones que permitieron a Valyser ganar 3.800 millones a partir de su paquete inicial de 600 millones.

Los fiscales Luis López Sanz y Javier Sánchez Junco interrogaron ayer a los peritos Purificación Grajal y Cándido Gutiérrez sobre las operaciones del grupo Euman Valyser. Tanto en Isolux como en Promociones Hoteleras, ambos peritos ratificaron su informe en el sentido de que se generaron beneficios de dudosa justificación económico-financiera a costa del grupo Banesto. Al abordar la operación Isolux -beneficio de 3.800 millones de pesetas a favor de Valyser, sociedad que compró un 40% de dicha sociedad de instalaciones eléctricas en 1990 por 600 millones y lo revendió, en dos fases, al grupo Banesto por 4.400 millones-, la perito Grajal explicó que quien cargó, fundamentalmente, con el saneamiento de Isolux, empresa en situación de quiebra técnica en 1989, fue la Corporación Banesto.

Preguntada qué pudo aportar Valyser para un presunto cambio de tendencia de Isolux que justificase que ya en enero de 1992 Valyser vendiese un 10% a Portland Iberia (grupo Banesto) de lo que había comprado a mediados de 1990, Grajal señaló que en 1991 Banesto procedió a adquir el 100% de la sociedad Wat y la fusionó con Isolux. Ello supuso una mayor facturación y unos resultados más elevados. Sin embargo, la perito dijo que esa mejor evolución no se debía a la presencia del grupo Valyser representado por Eugenio Martínez Jiménez.

"Valyser estaba en quiebra técnica, según sus cuentas anuales correspondientes a los ejercicios 1989, 1990 y 1991. Por tanto, no podía hacer a Isolux ninguna aportación", explicó. Grajal añadió que Valyser no tenía capital o, en su defecto, ni tecnología o red comercial para que Isolux iniciara un cambio de tendencia.

"Es evidente que hubo un cambio", señaló, "en los ejercicios 1991 y 1992, pero no por la presencia de Valyser sino por el saneamiento de Banesto y probablemente a la fusión con Wat".

Según dijo, Banesto "no necesitaba acudir a Valyser para lograr ese cambio de tendencia (...) Por otra parte, no conozco ninguna empresa en la que mande un accionista minoritario, que era el caso de Valyser. Porque Banesto seguía siendo el accionista mayoritario", explicó.

Grajal dijo que, según la Agencia Tributaria, Valyser había realizado su primera inversión en Isolux mediante un préstamo de IPM (Inversiones Puerto Moral) de 75 millones de pesetas, sociedad que la Agencia definió como de Lourdes Arroyo, esposa de Conde, y de Caixa Vigo (200 millones). Grajal dijo que en este ultimo se habían pignorado, en 1990, las acciones de Isolux que todavía no habían sido adquiridas pòr Valyser.

Tanto Juan Sánchez-Calero, letrado de Conde, como Juan García Alarcón, de Martínez Jimenez, atacaron, entre otros, las dos afirmaciones. IPM fue vendida por Conde a Martínez Jiménez en 1989. La perito admitió que podía haber un error en lo que se refería a Caixa Vigo, ya que el contrato de pignoración (dar acciones en garantía de un préstamo) era de abril de 1991, y no de 1990, como afirmó.