La revista 'Ajoblanco' revisa la aceptación de las músicas del mundo en España
En 1989, la publicación mensual Ajoblanco dedicaba un amplio reportaje a las músicas del mundo que en ese momento empezaban a despertar el interés de algunos reducidos grupos de inquietos observadores de la cultura que seguía viva en los países que estaban fuera de los circuitos más comerciales. Diez años después, la misma publicación pasa revista a lo que ha sucedido en España en torno a ese fenómeno. José Ribas, director de Ajoblanco, piensa que todavía queda mucho por descubrir. "Hace una década fuimos pioneros en hablar de algo que ha venido a marcar una tendencia musical importante", afirma. "Sin embargo, aparte del éxito comercial de la cantante Cesaria Evora y los soneros cubanos, queda todavía mucho por descubrir para la mayoría. Se están haciendo muchos experimentos interesantes, fusiones de estas músicas con otras como el hip hop", insiste Ribas.
"Nosotros queremos insistir en la amplitud y la variedad de esas músicas, y por eso hemos preparado un reportaje no sólo de las pistas de los discos que se pueden encontrar en España, sino otro tipo de datos, como páginas web especializadas, festivales, revistas y otras cosas". El número incluye una especie de atlas de las músicas de todo el mundo.
Ajoblanco dedica también especial atención en su último número a la situación de la cultura en Serbia tras una década de dominio del presidente Slobodan Milosevic. El control de los medios de comunicación y de la cultura aparece como una de las claves del expansionista nacionalismo serbio.
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