El ELK confía en que la OTAN controle a las tropas rusas
El Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) aceptará el papel de Rusia en la fuerza de paz para Kosovo (Kfor), aunque no esté satisfecho "en absoluto" con el acuerdo alcanzado en Helsinki en la noche del viernes, afirmó ayer Lirak Qela, comandante del ELK para el norte de la provincia -incluyendo la capital, Pristina-. Qela añadió que la organización albanesa se someterá al acuerdo porque tiene "confianza" en que las tropas de la OTAN "los mantengan bajo control". Según el documento firmado en Helsinki, Moscú abandona su exigencia de obtener un "sector operativo independiente". Rusia acepta la repartición de 3.600 soldados en tres de los cinco sectores definidos por la OTAN en Kosovo: el estadounidense (este de la provincia), el francés (norte) y el alemán (sur). Rusia queda representada en todas las estructuras de la fuerza de paz, aunque bajo un mando unificado.
En Kosovo, el secretario de Defensa norteamericano, William Cohen, visitó ayer, recién conseguido el acuerdo sobre el papel de Rusia en la fuerza de paz, a las tropas de su país. Cohen dijo que "la parte dura comienza ahora" porque los soldados se enfrentan a "una situación muy voluble en la que entran en juego emociones intensas".
El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, consideró en Moscú que los acuerdos firmados en Helsinki prevén una participación "digna" de las tropas rusas: "Hemos logrado realizar íntegramente todas las directivas del presidente ruso. Nuestros intereses y nuestros derechos han sido tenidos en cuenta".
En Belgrado, la agencia oficial Tanjug insistió en que el marco "de la ONU" rige la fuerza de paz y consideró que la presencia rusa "constituye para los serbios y los montenegrinos un estímulo psicológico excepcional a no abandonar sus hogares".
