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La economía malagueña creció un punto más que la media española en 1998 Los paros en la hostelería desvelan a la patronal

La economía de Málaga creció un 5% el año pasado, más de un punto por encima de la media de España. Así lo anunció Vicente García, presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), en la presentación del informe anual de este organismo. García reivindicó la capitalidad económica de Andalucía para Málaga, una provincia que, según dijo, "lleva cuatro años creciendo por encima de la media del resto de Andalucía y es la provincia que más aporta a las arcas de la comunidad: alrededor de 42.500 millones de pesetas al año". La única nota oscura en esta celebración de resultados fue la huelga anunciada en el sector de la hostelería, que el portavoz de los empresarios calificó de "dislate absoluto". Pero, volviendo al balance, García enumeró los indicios que, a su juicio, demuestran la solidez del despegue económico malagueño. "Se ha registrado un crecimiento continuo de altas de empresas en la Seguridad Social, que llega hasta un 30%, lo que significa un total de 9.000 nuevas empresas. Y se han creado 58.000 empleos entre el 94 y el 98, sin contar a los autónomos, que ascendieron en un 14%". Más cemento El presidente nombró otro indicador clave: el alza del consumo de cemento. Precisamente el sector de la construcción fue el más dinámico. El presidente de la asociación de constructores, Juan López Cohard, se alegró de que se hubiese superado la etapa de "parálisis", y concretó que en la capital se construyeron entre 6.000 y 7.000 viviendas en 1998. Las previsiones de los empresarios para 1999 son igualmente optimistas. Confían en que la caída del euro frente al dólar impulse el turismo europeo. Y lamentan la decisión de los trabajadores de la hostelería de ponerse en huelga en temporada alta. García opinó que "los convenios que se han negociado son sensatos, compatibles con la tasa de inflación". Añadió que España tiene un problema con la inflación que le hace perder competitividad, y que es algo que no puede dejar de controlarse. "Creo que no hay razones para movilizarse", concluyó García, que atribuyó la huelga a "causas políticas". "Existe mucha oposición al trabajo temporal, y se va contra todo lo que signifique modernidad y progreso. Al empresario no le queda más remedio que usar armas flexibles para ser competitivo", justificó. "Y en España no hay flexibilidad laboral. No se puede condicionar el futuro de una empresa porque las cosas vayan momentáneamente bien". El secretario de la CEM, Javier González de Lara, abundó en la misma idea que García y manifestó que la mera convocatoria de la huelga puede generar perjuicios y apeló al sentido común de los trabajadores de la hostelería, el 45% de los cuales están en régimen temporal. "Hay otros cauces para resolver los conflictos laborales", señaló. Sin embargo, pese a que los empresarios fueron los que abandonaron la mesa en la que se negociaba el nuevo convenio, la reacción del mercado al anuncio de la huelga les ha llevado a formular una nueva propuesta a los sindicatos. El martes está previsto reanudar las conversaciones.

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