Las 100.000 pesetas de 1972

Crecer sobre bases sólidas, sin improvisación, con atención a la organización y con claridad de ideas acerca de objetivos y metas es una garantía de rentabilidad. El presidente del Grupo PRISA, Jesús de Polanco, destacó estas ideas para explicar que el crecimiento ha proporcionado una importante ganancia al accionista. Según dijo, una persona que hubiera invertido 100.000 pesetas en el momento de la constitución de PRISA en 1972 y que hubiera concurrido desde entonces a todas las ampliaciones de capital propuestas a los accionistas habría desembolsado en estos 27 años transcurridos 10.752.000 pesetas. A cambio, el mismo accionista habría obtenido en dividendos un total de 126.560.000 pesetas, una vez cobrado el dividendo propuesto ayer.

A la cifra de dividendos percibida hay que añadir, además, el valor de la participación adquirida en 1972, que a día de hoy asciende a 291.987.000 pesetas.

Las mismas 100.000 pesetas de 1972 mantenidas, por ejemplo, en una cuenta corriente hubieran proporcionado al inversor, de acuerdo con la evolución de los tipos de interés, 35.520.000 pesetas.

En la Bolsa, si se examina la evolución del índice bursátil de la plaza de Madrid, las 100.000 pesetas de hace 27 años se habrían convertido a día de hoy en 46.201.000 pesetas.

La contundencia de las cifras, señaló Polanco, proporciona "motivos para mantener el rumbo y mirar con orgullo la obra de todos estos años". Una obra, sin duda, rentable y que el pasado año concluyó, en palabras del presidente de PRISA, "con una reforzada posición de liderazgo" que se traducirá en nuevas mejoras de resultados.