El abogado Rodríguez Menéndez, herido grave al ser tiroteado junto a su chalé
El abogado Emilio Rodríguez Menéndez, de 52 años, resultó herido grave de un tiro en la madrugada de ayer, cuando llegaba a su mansión de Las Rozas (Madrid). Procedía de Bilbao, donde había oído la declaración prestada como testigo por el ex ministro del Interior José Barrionuevo en relación con el asesinato del dirigente de HB Santiago Brouard. Dos desconocidos dispararon con revólver al coche del letrado, que fue alcanzado en un pulmón, mientras que su guardaespaldas repelió el ataque con ocho disparos de pistola. La Guardia Civil investiga el móvil de la agresión.
Rodríguez Menéndez llegaba a su casa del número 41 de la calle de Salónica, en la urbanización Monte Rozas, sobre la 1.30 de la madrugada de ayer. En el lujoso Mercedes, conducido por un chófer-guardaespaldas, viajaban también la esposa del letrado y un compañero de bufete, según fuentes de la Guardia Civil. Al enfilar la calle, a la altura de una clínica dental próxima al cruce con la calle de Tebas, surgieron dos desconocidos en una moto de gran cilindrada. Ambos individuos, con la cabeza cubierta con cascos, dispararon contra el vehículo del abogado, que resultó gravemente herido por una bala.
El chófer logró conducir el automóvil durante otros 30 metros y llegar accidentadamente hasta la puerta de la mansión del letrado, donde derribó un pequeño abeto. No se sabe si en ese momento o antes efectuó ocho disparos con una pistola, sin alcanzar a ninguno de los atacantes, que huyeron en la misma motocicleta. La Guardia Civil encontró más tarde en el asfalto ocho casquillos del calibre 9 milímetros parabellum, todos ellos disparados por el guardaespaldas, por lo que los investigadores dan por seguro que los atacantes usaron revólver, un tipo de arma que no expulsa los casquillos.
Algunos residentes en la zona aseguran que al escuchar los disparos se asomaron y vieron que en medio de la calzada había varios contenedores de basura "como si hubieran sido cruzados a propósito para cerrar el paso" al coche del penalista. Hay otros que incluso creen haber visto huir a un coche, aparte de la motocicleta. Todo seguía muy confuso horas después.
Unos vecinos relataron a la agencia Europa Press que, tras el tiroteo, el guardaespaldas se dirigió a la puerta del chalé del abogado gritando: "¡Hay que matarlo, hay que matarlo...! ¡Ahora el jefe soy yo!", mientras aporreaba la puerta, sin que nadie fuera capaz de entender el significado de estas expresiones ni la razón por la que nadie le abría desde dentro.
Otros vecinos aseguran que unas personas que rodeaban al abogado sacaron unas maletas y unas bolsas de plástico negro del maletero del Mercedes -"como si estuvieran más preocupados por eso que por el herido"- y las introdujeron rápidamente en otro coche que supuestamente salió del propio chalé del letrado.
Rodríguez Menéndez fue trasladado al hospital clínico de San Carlos, en Madrid, donde fue intervenido quirúrgicamente. Según el parte médico, sufría una herida de bala con orificio de entrada por el hombro derecho. El proyectil quedó alojado en el hemitórax izquierdo, tras perforar el lóbulo superior derecho del pulmón y causar desgarro en la vena cava superior. Los facultativos calificaron las lesiones de "muy graves", aunque fuentes próximas al letrado señalaron ayer tarde que estaba "fuera de peligro", si bien seguía en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Cosas inexplicables
La Comandancia de Madrid de la Guardia Civil apenas facilitó ayer información sobre el desarrollo de los hechos. Los vecinos de la zona, sin embargo, afirman que tras el tiroteo hubo "movidas raras" y "cosas inexplicables". Entre ellas, recuerdan que cuando llegó la Guardia Civil, unos 20 minutos después, un numeroso grupo de personas salió del chalé con las manos en alto, con visible gesto de terror, gritando: "A nosotros no, a nosotros no, que somos del servicio". Esas personas, entre las que había algún colombiano, se tranquilizaron al saber que los visitantes eran agentes del instituto armado. Anoche, el caso seguía rodeado de misterio y de numerosos puntos oscuros. Ni siquiera el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aportó ninguna aclaración al ser preguntado en la Escuela de Tráfico de la Guardia Civil en Mérida (Badajoz). "Confío en que se produzca lo antes posible el esclarecimiento de esta actuación", dijo Mayor, añadiendo que "es muy pronto para sacar conclusiones".
Rodríguez Menéndez ya fue víctima de otra agresión el 1 de julio de 1995 en su casa de Las Rozas, donde fue supuestamente acuchillado en una mano por el chileno Esteban Wilfredo Muñoz Ronda, hermano de su esposa. Muñoz, que trabajó como jardinero en la mansión, reclamaba al abogado una deuda de 800.000 pesetas.
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