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Los expertos alertan ante la excesiva mercantilización de la cultura

Los problemas de la cultura en la sociedad posindustrial no van a estar en la cantidad, sino en la calidad y en el acceso a la información. Así lo entiende Joan Majó, consultor de la UE para la Sociedad de la Información, que ayer abrió unas jornadas sobre iniciativa privada y sector público en la gestión de la cultura en el Palacio de Villasuso de Vitoria. Los principales ponentes alertaron sobre la necesidad de un "contrato social" para acabar con el desorden al que lleva la cultura en manos del mercado.

Los doscientos asistentes a las jornadas se desayunaron ayer con una sugerente conferencia del ex ministro de Industria y consultor de los Quince para la Sociedad de la Información, Joan Majó, quien abordó cuestiones como la tecnología, el acceso a la información y la educación de esta nueva sociedad cibernética. Majó trató de erradicar algunos tópicos: frente a los que enfrentan la cultura con la tecnología, señaló que ambas son parte de lo mismo y que los avances tecnológicos lo único que hacen es ofrecer otras formas culturales. El ex ministro alertó, en este sentido, ante las carencias del sistema educativo, del que aseguró que está "obsoleto". "La educación actual es incapaz de dar a los ciudadanos los elementos básicos que van a necesitar para moverse en este nuevo contexto", explicó Majó. Y puso como ejemplo que el sistema sigue enseñando para aprender por la vía de la escritura, sin poner énfasis en la transmisión audiovisual de conocimientos. El ponente insistió en que no se está teniendo en cuenta que los cambios en los conocimientos ocurren ya en ciclos menores a los de la vida de una persona, algo que no ocurría hasta la segunda mitad de este siglo. "Ya no tiene sentido suponer que el sistema educativo es sólo para los jóvenes", concluyó Majó. El precio del libro Otro de los ponentes en el primer día de estas jornadas sobre la cultura fue el director general de Círculo de Lectores, Albert Pèlach, quien advirtió sobre la "desmaterialización del consumo cultural", con la introducción de las nuevas tecnologías. Este nuevo escenario lo vinculó con la desaparición del precio fijo del libro, un aspecto que no cree que "pueda sostenerse durante mucho tiempo". Para Javier Gutiérrez Vicen, director general de la entidad artística Visual, "lo interesante de este nuevo proceso es la transformación que el microprocesador ha llevado a la cultura en su utilización como mercancia, lo que ha generado un desorden que vulnera muchas veces los derechos de los artistas". El profesor de la UPV Ramón Zallo mostró sus reticencias ante la mercantilización de la cultura. "El mercado es insuficiente para gestionar la actividad cultural; hace falta una política pública". Todo esto porque, para Zallo, la cultura está en el corazón de los cambios sociales. Las jornadas continuarán hoy con el estudio de los conceptos de valor, el coste y el precio en los productos culturales.

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