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La negociación de un pacto de gobierno con UPN abre fisuras entre los dirigentes socialistas navarros

La decisión de los socialistas navarros de negociar con UPN un pacto de gobierno que garantice la estabilidad al nuevo Ejecutivo foral no agrada a todos los sectores del PSN. José Luis Úriz, miembro del Comité Federal del PSOE y candidato a la alcaldía de Villava, se opuso ayer al rumbo tomado por el secretario general del PSN, Juan José Lizarbe. Úriz anunció que el sábado planteará al Comité Regional del PSN el rechazo a cualquier pacto con la derecha y la apertura de conversaciones con todas las fuerzas de la oposición, incluida EH, para intentar un "pacto de progreso".

Uriz reconoció que su postura es minoritaria en el partido, pero la defendió asegurando que, además de ser coherente con los acuerdos del sexto congreso del PSN, celebrado en diciembre de 1997, la opción de integrar a EH en una fórmula de gobierno en las instituciones navarras "sería buena para el proceso de paz". La tesis de este dirigente, quien alertó sobre el riesgo de que EH ocupe progresivamente todo el espacio de la izquierda navarra y pueda relegar al PSN a la condición de tercera fuerza no es compartida ni por la presidenta del Parlamento en funciones, Lola Eguren, ni por la dirección del sindicato UGT. Eguren, número dos en las listas del PSN y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE, indicó que plantear una fórmula de acuerdo con la izquierda abertzale no tiene "ninguna viabilidad". Según ella, tal opción iría absolutamente en contra de lo que Lizarbe y la dirección del PSOE "decidieron hace ya meses". "No vamos a pactar con EH", insistió tajante y recalcó que el PSN no dará un solo paso negociador sin contar antes con el beneplácito de la Ejecutiva Federal. Eguren fue inicialmente excluida de las listas al Parlamento de Navarra por la dirección del PSN, pero luego la Ejecutiva Federal obligó a Lizarbe a incluirla en el segundo puesto de su lista, junto a otros dirigentes afines a su línea crítica. Apoyo de UGT La presidenta de la Cámara en funciones es la cabeza visible del sector socialista que en anteriores legislaturas pactó con UPN varios documentos presupuestarios siguiendo una política de condicionar desde fuera la gestión del Gobierno de la derecha navarra. También Juan Antonio Cabrero, secretario provincial de UGT, apoya el pacto con los regionalistas. Lizarbe se reunió ayer una hora con él abriendo así una ronda de contactos sociales en los que pedirá opiniones sobre la fórmula a seguir para resolver la viabilidad del futuro Ejecutivo. La respuesta de UGT, primer sindicato en Navarra, fue clara. Cabrero apoyó a Lizarbe en su deseo de pactar con la derecha en un Gabinete "que representaría a un 66% de la sociedad navarra", explicó el primero. Esta fórmula, según el líder ugetista, propiciaría "un Gobierno fuerte, estable y de progreso", dijo. Cabrero recordó que bajo el mandato de los regionalistas UGT y Comisiones han conseguido firmar un plan de empleo propio, desarrollarán las recién transferidas políticas activas del Inem, se ha creado el Servicio Navarro de Empleo y se han alcanzado acuerdos inéditos en España sobre la reducción incentivada de la jornada laboral y la aplicación de las 35 horas en la función pública. Semillero de numerosos militantes socialistas, el propio Juan José Lizarbe, abogado laboralista, saltó a la política desde la dirección de UGT, central con la que sigue manteniendo una estrecha relación. Lizarbe decidió el pasado lunes poner su cargo a disposición del partido. A pesar de mantenerse como segunda fuerza de Navarra con once parlamentarios, los mismos que hace cuatro años, el PSN perdió el domingo unos 2.000 votos y pasó a ser la tercera fuerza en Pamplona, por detrás de Euskal Herritarrok. El Comité Regional de los socialistas navarros deberá decidir el próximo sábado si otorga o no la confianza a su actual secretario general para seguir dirigiendo el partido en la nueva legislatura y si desea o no negociar la oferta que los regionalistas puedan hacerles y que no se materializará antes de la próxima semana. El presidente de UPN y del Gobierno foral en funciones, Miguel Sanz, no descarta incluso un Ejecutivo de coalición y así lo ha expresado públicamente. "Están abiertas todas las posibilidades", apuntaba ayer Lola Eguren.

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