Un fuerte terremoto siembra el pánico en México y deja al menos siete muertos
Un terremoto que alcanzó 6,7 puntos en la escala de Richter y una duración de casi dos minutos sembró ayer el pánico en varios Estados del centro de México, como Guerrero, Chiapas, Jalisco y Puebla, y millones de personas se lanzaron a la calle, temiendo una catástrofe parecida a la que en septiembre de 1985 causó, oficialmente, 4.200 víctimas mortales. El seísmo de ayer se saldó con al menos siete muertos y 200 heridos, la mayor parte en el estado de Puebla, a 125 kilómetros al sur de la capital, donde se produjeron los daños más graves. Varias personas quedaron atrapadas por el derrumbe de parte del ayuntamiento local. Muchas más necesitaron asistencia médica por sufrir crisis nerviosas.
De los siete muertos, uno cayó fulminado por un ataque cardíaco en la capital, otro pereció atrapado en el derrumbe de su casa y dos niños murieron en Puebla al desplomarse una valla sobre ellos. Tres más fallecieron bajo la cúpula de la iglesia de Santa Mónica en Puebla. Los temblores, localizados a 90 kilómetros de profundidad, comenzaron a las 15.42 (hora local), y dañaron edificios, tendidos eléctricos y líneas telefónicas.
Uno de los precandidatos del oficial Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Roque, fue sorprendido por el terremoto durante el desarrollo de una entrevista radiofónica. Pidió calma a todos y, al persistir los temblores en el edificio donde hacía campaña, llamó a la oración, contagiado por la angustia de los presentes: "No estaría de más una encomendadita a Dios". El Gobierno ordenó una serie de medidas para evitar que las posibles réplicas tuvieran consecuencias graves, y el presidente, Ernesto Zedillo, se trasladó a Puebla, que registró los mayores daños, después de haber decretado el estado de emergencia en las zonas afectadas.
El epicentro del movimiento telúrico quedó situado por el Servicio Sismológico Nacional en Oaxaca, entre las ciudades de Huajapán y León, a unos 200 kilómetros al sur de la capital mexicana, cuyos principales barrios sintieron las sacudidas. Toda la ciudad, con sus 20 millones de habitantes, fue zarandeada por los temblores.
