Ocho casos representativos
Ocho localidades de los tres territorios reflejan con claridad los movimientos registrados en los comicios municipales del pasado domingo: LLODIO. El PNV pagó con una dolorosa derrota ante Euskal Herritarrok sus desavenencias internas en Llodio (20.000 habitantes), la localidad más importante de Álava después de Vitoria y el pueblo natal del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Euskal Herritarrok ha conseguido mantener los seis ediles que poseía en la anterior legislatura y su candidato, el carismático Pablo Gorostiaga (regidor de Llodio durante dos mandatos), se perfila como futuro alcalde. Los nacionalistas moderados se han quedado con cinco de los ocho concejales (siete para el PNV y el restante para EA) que obtuvieron hace cuatro años. Las diferencias en el seno del PNV de Llodio para configurar la lista, de la que finalmente se descolgó la alcaldesa María Teresa del Yermo Urquijo por entender que se habían desatendido sus peticiones, no han sido bien digeridas por los electores. La localidad ha basculado en los veinte años de democracia entre el PNV y HB. Las dos últimas legislaturas, los peneuvistas dirigieron los destinos del consistorio. LAGUARDIA. En Laguardia, cabecera de la comarca de la Rioja Alavesa, el Partido Popular no permitió la sorpresa. Javier Sampedro arrolló al lograr seis de los nueve concejales en juego. Así, revalidó la mayoría absoluta de la anterior legislatura y sumará su quinto mandato consecutivo cuando tome posesión del cargo el próximo tres de julio. Laguardia es el bastión municipal del PP en el País Vasco junto a Vitoria. Pero si el escoramiento de la capital de la comunidad hacia los conservadores se ha producido ahora, los vecinos de Laguardia apenas conocen a otro alcalde que Sampedro, el más genuino representante del poder local popular en la Rioja Alavesa. El tirón del PP en esta zona les ha permitido ser la lista más votada en otros cuatro pueblos de esta comarca: Labastida, Lanciego, Moreda de Álava y Baños de Ebro. Caso único en Euskadi. EIBAR. El efecto Ermua no ha pasado desapercibido en la localidad vecina. Ello y la campaña de ventanilla del alcalde socialista Iñaki Arriola -visitó personalmente 4.000 domicilios- ha reforzado el liderazgo del PSE-EE en este municipio, donde posee el 41,03% de los votos. La alianza nacionalista resta 1.000 sufragios y un concejal, curiosamente el que cae del lado de la marca electoral de HB. Un pacto entre PSE-EE y PP les colocaría con la mayoría absoluta. HERNANI. Euskal Herritarrok se hace con el 48,13% de las papeletas, lo que equivale a gobernar con mayoría absoluta y recuperar de esta forma uno de sus más preciados bastiones en Guipúzcoa, que se les escapó de las manos durante las dos últimas legislaturas. La coalición PNV-EA iguala su representación, pero pierde 500 votos y se ve abocada a la oposición. Los socialistas se llevan la peor factura, puesto que casi con el mismo número de votos (1.428 el domingo frente a 1.433 en los comicios de 1995) ceden un concejal. MONDRAGÓN. Euskal Herritarrok siempre fue aquí la formación más votada y de nuevo ha reafirmado su dominio. Tendría que repetirse un acuerdo entre el PNV-EA y el PSE-EE para arrebatarle la alcaldía a la firma electoral de HB, lo que no parece muy probable, dado que éstos suman dos concejales más y se sitúan en una posición privilegiada para gobernar. Los socialistas igualan su representación municipal, pero se quedan a expensas de las decisiones que se adopten en las cúpulas políticas de su partido y del PNV. ZUMÁRRAGA. El PSE-EE deja de ser la primera fuerza en esta localidad como consecuencia de la suma de los votos del PNV y EA. Además, el ligero retroceso de los socialistas pone en dificultad la reelección de su candidatura, encabezada por Jesús María Mendía. EH se queda en la tercera posición, pero puede inclinar la balanza a su antojo sino prospera el entendimiento del tripartito entre los socialistas y los nacionalistas. SANTURTZI. Es el claro ejemplo de cómo los socialistas han resistido la presión de la coalición nacionalista en los principales muncipios de la Margen Izquierda. Con 8.559 papeletas y ocho concejales, el PSE ha revalidado la primera posición, frente a los 6.688 y seis ediles. El actual alcalde, Javier Cruz, ha conseguido alzarse con una victoria que los socialistas han repetido en poblaciones como Barakaldo, Portugalete o Santurtzi. Cruz habló ayer por todos ellos para resaltar "el éxito alcanzado por el PSE en todos los municipios" de la Margen Izquierda y en la Zona Minera. Cruz aseguró que no aceptará pactos con partidos políticos que "pongan en duda el programa electoral planteado para la próxima legislatura". BERMEO. El primer consistorio vasco que aprobó en 1991 una moción en favor del derecho de autodeterminación -la misma que sirvió al entonces lehendakari, José Antonio Ardanza, para expulsar del Gobierno tripartito (PNV-EA-EE) a la formación que preside Carlos Garaikoetxea- cayó de nuevo en manos de EA y de su actual regidor, Juan Carlos Goinetxea. En esta ocasión, la distancia entre PNV y Eusko Alkartasuna ha sido de 861 papeletas. El candidato a la reelección obtuvo el domingo un total de 3.994 votos, lo que le reporta siete representantes, por 3.133 del candidato peneuvista (seis ediles). La tercera fuerza ha sido Eukal Herritarrok, con 2.174, subiendo de tres a cuatro concejales. El PSE pierde el único concejal que tenía al conseguir sólo 426 votos. En las pasadas elecciones autonómicas de octubre, el PNV logró en Bermeo 4.159 votos, frente a los 2.567 de Eusko Alkartasuna.
Con información de Eduardo Azumendi y Mikel Ormazabal.
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