Matas depende de Unió Mallorquina
Pasarán semanas hasta que se defina el color político que tendrán el Gobierno balear y el Consell de Mallorca. En Ibiza y Formentera y en Menorca la izquierda ganó y dos mujeres, Pilar Costa, del Pacte Ibicenco, y Joana Barceló, del partido socialista, protagonizarán nuevas épocas para estas islas. Jaume Matas, candidato del PP y actual presidente balear, no ha podido en su estreno electoral igualar los resultados que logró su mentor el controvertido Gabriel Cañellas, quien no apareció en ningún acto de campaña por primera vez desde 1979. Matas ha perdido apoyos en los territorios periféricos del archipiélago, donde no atajó los enfrentamientos personalistas y de intereses en su partido. Ahí ha radicado su fracaso relativo pese a los grandes esfuerzos publicitarios, apoyos periodísticos e incontables inversiones gubernamentales desplegados. El número uno del PP diseñó políticas centristas de protección del territorio y de control del desarrollismo turístico pero con ello no sumó votos, que son siempre de la izquierda. En las últimas semanas el PP radicalizó su campaña y aludió a supuestas amenazas exteriores y realizó llamadas al voto del miedo, ante el hipotético desastre por el "catalanismo" y del "republicanismo independentista" de los aliados del PSOE en Ibiza. La izquierda (PSOE, PSM e IU) retrocede en apoyos electorales.
Así que Unió Mallorquina (UM), grupo nacionalista con vocación de bisagra, con tres diputados y el 7,3% de los votos, tiene al PP y a la oposición rendidos a sus pies desde la madrugada del domingo. La rectora de UM, Maria Antònia Munar, ha sido los cuatro últimos años presidenta del Consell de Mallorca gracias a los votos de PSOE, PSM e IU y durante casi una década sacó réditos a su apoyo cerrado al PP en la construcción de la autonomía desde 1983. El urbanismo, la financiación y el techo autonómico, la balanza fiscal, inversiones asistenciales, etcétera, forman parte de las preocupaciones e intereses de UM, una formación controlada por empresarios y profesionales de la intermediación. Las posibles compensaciones que el PP y la coalición de izquierda le puedan ofrecer a Munar en áreas de poder local e institucional determinarán los acuerdos. UM está plantada en la calculada ambigüedad. La izquierda espera un "paso de gigante histórico".
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