"La población pide un cambio, una política más abierta y cohesionada"
Hace dos años, Joan Clos fue designado alcalde de Barcelona por su antecesor, Pasqual Maragall. Y el domingo pasado casi pulveriza los mejores resultados del propio Maragall. El PSC, que partía de 16 concejales, alcanzó 20 de los 41 que componen el consistorio barcelonés. Su más directo rival, la lista de CiU encabezada por Joaquim Molins, cosechó un estrepitoso fracaso: de los 13 ediles bajaron a 10. Pregunta: ¿Cómo interpreta la victoria del PSC y los malos resultados de CiU?
Respuesta: Ha pasado en Barcelona, pero también en muchos municipios catalanes. Por lo tanto es un movimiento generalizado. En el fondo, el mensaje de la gente es que pide otro tipo de política más abierta. Con propuestas nuevas, innovadoras, de cohesión, de solidaridad, prospuestas y posiciones abiertas, no dogmáticas. Y en el caso concreto de Barcelona está claro que hay un reconocimiento al trabajo realizado porque siempre hemos subrayado que la gran ciudad se consigue con los grandes proyectos pero, a la vez, mejorando constantemente la calidad de vida de los ciudadanos. Eso significa llevar un política de reequilibrio.
P. Según esa interpretación, ¿CiU no ofrece esa política más abierta de propuestas nuevas?
R. El análisis que han hecho ellos mismos de lo ocurrido es bastante acertado. No han sabido definir ni presentar un modelo de ciudad. Y también creo que tienen un problema para entender lo que es la realidad metropolitana. Y es algo tan sencillo como ver qué es Barcelona. Parece que sufren una ceguera de colores. Pero no seré yo quien les enseñe el camino.
P. Veinte concejales dan para gobernar con tranquilidad. En la noche del domingo ya avanzó que le gustaría repetir la experiencia de un gobierno compartido con Iniciativa per Catalunya-Verds -con dos ediles- y Esquerra Republicana -que obtuvo tres-. ¿Cómo lo ve al día siguiente?.
R. Exactamente igual. En la noche del domingo lo dije conscientemente. Creo que es la fórmula del pacto de progreso ha dado buen resultado y ha determinado que Barcelona esté donde está ahora. En Barcelona -en el Ayuntamiento- somos así, buscamos siempre que podemos un esfuerzo adicional. Es bueno y positivo, forma parte de una tradición y me gustaría preservarla. Es una ciudad que busca la complicidad.
P. En la noche del domingo Pasqual Maragall fue recibido al grito de "President, President". ¿Cree que el resultado de las municipales se traducirá en un cambio de color en la Generalitat?
R. El resultado, en general en Cataluña, fue muy positivo, muy positivo. Pero sería un error interpretarlo como un preludio. Se ha de separar, las elecciones se convocan para lo que se convocan. Pero sí que habrá que analizar con detenimiento el movimiento que se está produciendo.
P. ¿Ya se ve despachando con Pasqual Maragall en el Palau de la Generalitat?
R. Eso depende de los electores. Pero parace que desde el domingo vamos en buen camino.
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